Llegar a los 50
La crisis econ¨®mica adelanta cada vez m¨¢s el momento en que un trabajador pasa a la inactividad
Han cumplido los 50 a?os y su edad es como una maldici¨®n b¨ªblica. Est¨¢n condenados al paro. Llevan, en alg¨²n caso, entre ocho o diez a?os en las filas del desempleo. Un d¨ªa, en alg¨²n oscuro despacho, decidieron que ellos ser¨ªan los primeros en jubilarse en las empresas en reconversi¨®n. Hubieron de aceptar, aun sinti¨¦ndose todav¨ªa fuertes para cualquier trabajo. Otro d¨ªa se vieron excluidos de la noche a la ma?ana hasta de las estad¨ªsticas de paro. Legalmente ellos no exist¨ªan. La crisis y el paro adelantan cada d¨ªa m¨¢s el momento en el que se les obliga a retirarse de cualquier actividad.
, Para ellos no hay ofertas de trabajo. Se sienten enfermos. A veces les parece que han perdido el respeto de sus familiares o que su mujer se ha convertido en el cabeza de familia. El mundo, a partir de los 50 a?os, se les ha ca¨ªdo en cima. La jubilaci¨®n, por la que estuvieron cotizando durante toda su vida, se les presenta ahora en vuelta en dudas. Los papeles y la radio dicen que han de haber cotizado como m¨ªnimo tres a?os de los 10 ¨²ltimos de su vida laboral. Y ellos, en el paro desde hace ?cu¨¢ntos a?os?, conf¨ªan en que eso s¨®lo se aplicar¨¢ a los que vengan detr¨¢s. Que ellos ya han cumplido sus deberes con una sociedad que apenas se preocupa de que tengan una vejez tranquila y que ni siquiera les proporciona un trabajo para no sentirse cada d¨ªa m¨¢s in¨²tiles.
De los casi tres millones de parados, un 10% aproximadamente son mayores de 50 a?os. O al menos ¨¦se es el porcentaje de personas que acuden a las oficinas de empleo a solicitar trabajo. Las estad¨ªsticas oficiales dan cumplida informaci¨®n de las demandas de empleo. Y las dividen por sexo y por edad. As¨ª, sabemos que en el mes de noviembre de 1984 (¨²ltimos datos que se conocen) acudieron a pedir trabajo m¨¢s de 300.000 personas mayores de 50 a?os. Cada d¨ªa, incluidos festivos, casi 1.000 trabajadores en el declive de su vida laboral se quedaron sin trabajo. Y sabemos, gracias a la estad¨ªstica oficial, que unos 250.000 de ellos eran hombres y el resto mujeres.
Tambi¨¦n sabemos que desde el mes de enero hasta noviembre se hab¨ªan efectuado casi 300.000 ofertas de trabajo. Tendr¨ªan que haber sido todas para este colectivo si se hubiera querido darles empleo. Pero aunque las estad¨ªsticas no lo dicen, la mayor¨ªa de las 3,00.000 colocaciones tuvieron destinatarios m¨¢s j¨®venes.
Lo que ocurre es que las ventajas que la Administraci¨®n ofrece a los empresarios para contratar parados de cierta edad son nulas. Antes se ofrec¨ªan algunas ventajas -tampoco tantas- para las empresas que emplearan a parados maduros. Uno de los contratos que surgieron con el Acuerdo Nacional de Empleo (ANE) estaba destinado a colectivos con especiales dificultades para encontrar empleo, y entre ellos se inclu¨ªa a los parados mayores de 40 a?os. La contrataci¨®n de este colectivo estaba subvencionada en funci¨®n de la duraci¨®n del contrato.
Las nuevas medidas de fomento de empleo han suprimido estos incentivos y los han concentrado en los j¨®venes. Las nuevas teor¨ªas de los responsables de Trabajo son que el colectivo de los j¨®venes es el que sufre el mayor azote del desempleo. Lo cierto es que en noviembre de 1984 hab¨ªa casi 700.000 desempleados menores de 25 a?os. Y eso que no se incluyen los j¨®venes que pasan de apuntarse en la oficina de empleo. En consecuencia, la Administraci¨®n ha puesto todo el ¨¦nfasis en propiciar esta contrataci¨®n.
Mientras que las contrataciones para formaci¨®n y pr¨¢cticas -dirigidas fundamentalmente a j¨®venes- pueden estar subvencionadas hasta el 100% de los costes de Seguridad Social, dar trabajo a un hombre que lo ¨²nico que tiene detr¨¢s son a?os se premia apenas con el agradecimiento.
En honor a la verdad habr¨ªa que reconocer, no obstante, que las contrataciones de parados mayores de 45 a?os que se hagan a la sombra del fondo de fomento de empleo del Acuerdo Econ¨®mico y Social (AES) tendr¨¢n una subvenci¨®n de hasta un 15% en los costes salariales. Pero tambi¨¦n es cierto que el resto de los contratos -los de j¨®venes sobre todo- llevan un 25% de subvenci¨®n.
Baste como muestra que en 1984, a¨²n vigentes los diferentes tipos de contratos subvenciona dos, se suscribieron 4.791 contratos con parados mayores de 45 a?os. Ese mismo a?o se hab¨ªan suscrito m¨¢s de 35.000 contratos en pr¨¢cticas y para la formaci¨®n Y 213.000 contratos con car¨¢cter eventual. Datos todos de noviembre, que es hasta donde existen estad¨ªsticas en el Instituto Nacional de Empleo. El movimiento en los ¨²ltimos meses no se ha podido determinar, aunque posiblemente las proporciones hayan aumentado en perjuicio de los parados de mayor edad.
La mejor estad¨ªstica
Manuel Hern¨¢ndez, cerrajero, 59 a?os, en el paro desde hace cinco, lleva su propia estad¨ªstica. ?l no recuerda que compa?eros suyos hayan encontrado empleo. "Para nosotros no hay trabajo", dice con fatalismo. Ha pedido que le paguen el subsidio hasta la jubilaci¨®n anticipada. Son unas 28.000 pesetas para aquellos parados mayores de 55 a?os que puedan enlazar con la jubilaci¨®n. Lleva seis meses esperando. Debe de haber alg¨²n problema, que no entiende cuando a ¨¦l no le han pagado todav¨ªa. Pero sabe que ha habido gente que ha cobrado ya hace dos meses.Mientras tanto, ¨¦l acude cada ma?ana a la oficina de desempleo. Vive, agotado ya el paro, de lo que la mujer trae a casa. Y espera. No le importa si en alg¨²n momento lo quitaron o lo pusieron en las estad¨ªsticas. Sabe que est¨¢ parado aunque no se le considere como tal. Y cree que las medidas sobre jubilaci¨®n ya no le alcanzar¨¢n a ¨¦l.
A quienes s¨ª pueden alcanzarles, si las cosas finalmente son como se anuncian, si se exigen tres a?os de cotizaci¨®n en los 10 anteriores al pase a la jubilaci¨®n, es a otros compa?eros. Conoce a gente que lleva -"?Cu¨¢nto lleva el que es alba?il, el de M¨¦rida?"- ocho o diez a?os, que posiblemente no volver¨¢ a encontrar trabajo nunca m¨¢s. Y ellos mismos saben que les puede pasar lo mismo.
De aplicarse las medidas sobre reforma de pensiones de la Seguridad Social, gente como ¨¦sta puede quedarse sin nada. Muchos parados sufren la situaci¨®n de Juan Mulero, con dos hijos, que lleva desde 1980 en el paro. Su empresa, de unos 25 trabajadores, cerr¨® y... todos a la calle. Vicente Narros, de 48 a?os, alba?il, con nueve hijos, est¨¢ apuntado desde mayo de 1984. As¨ª que va a hacer un a?o. Vicente dice que s¨®lo trabaja el hijo mayor, que no hay trabajo para nadie; ni para los viejos ni para los j¨®venes. Que est¨¢ cansado de promesas y lo que quiere es hechos; que los hijos los quiere el Gobierno s¨®lo para la OTAN, para la guerra, y no para ponerlos a trabajar.
Cumplir los requisitos
Tener 55 a?os o m¨¢s tiene ahora, al menos, sus ventajas. Aunque no sea esto lo que quieren. Con 55 a?os se tiene ya derecho al subsidio indefinido. Sin embargo hay retrasos. Muchas peticiones son devueltas porque no cumplir los m¨ªnimos requisitos. Para tener derecho a esta prejubilaci¨®n hay que tener todas las condiciones de la jubilaci¨®n excepto la edad. Es decir, hay que tener la cotizaci¨®n al d¨ªa, pero en alg¨²n caso la empresa no cotiz¨®, aunque lo creyera el trabajador. 0 existen otros problemas burocr¨¢ticos que retrasan los pagos.El director de una oficina de empleo, que una vez por semana se va "con sus parados" a la direcci¨®n provincial del Inem para que les solucionen sus papeletas, para que ellos vean c¨®mo funcionan las cosas, lo comenta con algo de susto: "Yo no s¨¦ qu¨¦ va a pasar cuando a algunos se les diga que no tienen derecho, que no cumplen todos los requisitos. No s¨¦ qu¨¦ va a pasar entonces".
Uno de los parados que cada d¨ªa, con lluvia o con nieve, acude a las puertas de las oficinas se pregunta lo mismo. Y se contesta que si las cosas no se solucionan "habr¨¢ -con sus m¨¢s de 60 a?os- que tirarse a la delincuencia".
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