Dos comunidades, dos zonas, dos Estados
"Las partes expresan su determinaci¨®n a proceder al establecimiento de una Rep¨²blica federal, independiente y no alineada, bicomunal en el aspecto constitucional y bizonal en el aspecto territorial". Esta declaraci¨®n abr¨ªa el borrador de acuerdo preliminar que el presidente grecochipriota, Spyros Kyprianu, y el dirigente turcochipriota, Rauf Denktash, iban a discutir el pasado 17 de enero en Nueva York bajo los auspicios del secretario general de la ONU, P¨¦rez de Cuellar.Pero se trataba de algo m¨¢s que una simple presentaci¨®n de P¨¦rez de Cu¨¦llar. Antes de convocar la reuni¨®n, se asegur¨® de que ambas partes estaban de acuerdo en puntos esenciales, fijados en las laboriosas conversaciones de aproximaci¨®n de los meses anteriores. Y las diferencias, que las hab¨ªa y eran importantes, no parec¨ªan insalvables.
En el documento se reconoc¨ªa la existencia de dos comunidades, pero una sola ciudadan¨ªa; dos provincias o Estados federados, pero un solo pa¨ªs; dos banderas que pod¨ªan usarse en las respectivas zonas, pero una sola bandera federal; un solo Gobierno, dos c¨¢maras parlamentarias y un ¨®rgano tripartito con un miembro no chipriota para resolver las disputas sobre la distribuci¨®n del poder; reajustes territoriales (el Estado turcochipriota reducir¨ªa su extensi¨®n del 37% actual al 29% de la isla); un fondo para el desarrollo de la zona turcochipriota, otro fondo para la reimplantaci¨®n de algunos de los grecochipriotas que huyeron en 1974.
No era la soluci¨®n que cada parte hubiera querido, pero s¨ª parec¨ªa a mitad de camino entre dos aspiraciones enfrentadas y que hasta entonces hab¨ªan parecido irreconciliables. Incluso trataba asuntos tan sensibles como la retirada de las fuerzas militares no chipriotas (hay 20.000 soldados turcos en Chipre) y se aseguraba que el calendario y las subsiguientes garant¨ªas de seguridad deber¨ªan fijarse antes del establecimiento de un ¨®rgano federal de transici¨®n.
Quedaban por fijar los poderes ejecutivo y legislativo, pero supon¨ªa un avance sustancial. Denktash y Kyprianu se echan la culpa del fracaso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.