Russ Meyer cree que sus filmes han contribuido a que se vea el acto sexual con comodidad
Russ Meyer nunca se ha andado con rodeos. Desde un principio se dio cuenta de que quer¨ªa hacer cine y desde un principio opt¨® por abordar sus fantas¨ªas sexuales y violentas sin ambages, aunque con un particular sentido del humor. El 5? Festival de Cine de Madrid le ha dedicado un programa monogr¨¢fico de su obra con 13 largometrajes que el director presenta antes de cada sesi¨®n. A los 63 a?os, el realizador norteamericano considera que su mayor aportaci¨®n ha sido lograr que el p¨²blico pueda contemplar ahora el acto sexual confortablemente.
Madrid En sus comienzos como cineasta, Meyer fue considerado por el diario norteamericano Wall Street Journal, a fines de los a?os cincuenta, como el que abri¨® las compuertas de la represi¨®n sexual norteamericana, a partir de su pel¨ªcula The inmoral Mr. Teas (1959), la primera pel¨ªcula er¨®tica que accedi¨® a los amplios circuitos del cine comercial norteamericano. "Yo trato de dirigirme al hombre com¨²n, al hombre de la calle que trabaja siete horas diarias y llega a casa a ver la televisi¨®n. O a los m¨¢s j¨®venes, que van al autocine y ven s¨®lo la mitad de la pel¨ªcula. Yo escojo las historias como si fueran comics, los buenos son muy buenos y los malos son de lo peor".Las historias de follet¨ªn que utiliza Russ Meyer presentan situaciones absurdas en lugares inh¨®spitos o inusuales, con di¨¢logos prolongados y sin sentido, enfrent¨¢ndonos a todos los estereotipos de los personajes del comic. Las mujeres son unas hero¨ªnas esculturales de enormes senos y expresi¨®n de desmesurada agresividad o, en todo caso, de gran seriedad en su papel. Los hombres responden a los distintos tipos: el superfuerte, el viejo vicioso, fan¨¢ticos babosos al borde de la violaci¨®n... Todos ellos son llevados a situaciones l¨ªmites ininterrumpidamente, exageradas hasta lo demencial.
"Me divierten especialmente situaciones como la de los coitus interruptus. En mis ¨²ltimas pel¨ªculas sobre todo, se resalta el sexo divertido, con escenas casi imposibles de practicar en la vida real. A m¨ª me interesa participar en el sexo cuando ¨¦ste es alegre", afirma Meyer. En relaci¨®n al cine pornogr¨¢fico que invade con sus peque?as salas calles enteras de grandes y aun peque?as ciudades, Russ Meyer piensa que se trata de algo muy distinto a lo que ¨¦l hace. "Todo tipo de expresi¨®n es importante, pero me he mantenido alejado de este tipo de cine especialmente porque no lo encuentro divertido. Las mujeres que yo uso en mis pel¨ªculas no actuar¨ªan en esas otras. Ellas son bailarinas ex¨®ticas que trabajan en Las Vegas y ganan con eso m¨¢s de medio mill¨®n de pesetas semanales. Mis actrices no querr¨ªan verse en una de esas l¨²gubres salitas X. Saben que si trabajan en una de mis pel¨ªculas estar¨¢n en la mejor sala de la ciudad. Pienso que la mujer no aprecia ese puro acercamiento ginecol¨®gico a su cuerpo".
Las pel¨ªculas de Russ Meyer han sido realizadas, en su mayor¨ªa, independientemente de las grandes productoras. Los presupuestos de sus filmes oscilan entre los 24.000 d¨®lares (m¨¢s de dos millones y medio de pesetas) (The inmoral Mr. Teas) y 231.000 d¨®lares (m¨¢s de 41 millones de pesetas) (Ultravixens). Ha realizado tambi¨¦n dos grandes producciones, una de ellas, Beyond the valley of the dolls, cost¨® un mill¨®n y medio de d¨®lares (270.000.000 de pesetas). En 1977 hab¨ªa cuatro pel¨ªculas de Meyer en la lista de las 100 m¨¢s taquilleras de la historia del cine que publica la revista Variety.
"Pienso que he contribuido a que la gente mire confortablemente el acto sexual y a que puedan re¨ªr sobre ello. Mis pel¨ªculas act¨²an en m¨¢s de un nivel. Puedes tomar la violencia muy en serio y horrorizarte o disfrutarlo, y luego viene la intelligentzia y dice: ah¨ª hay algo m¨¢s, un mensaje subliminal que traspasa la an¨¦cdota divertida. La gente pensaba que se trataba algo sucio, que con qu¨¦ derecho hac¨ªa yo lo que hac¨ªa; en fin... Ahora encuentro dificultad en causar controversia con mis pel¨ªculas, y eso no deja de agradarme".
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