La gesti¨®n de Barrionuevo en el Ministerio del Interior
La gesti¨®n del ministro socialista de Interior, el inspector de trabajo en excedencia Jos¨¦ Barrionuevo, ha estado jalonada por una serie de acontecimientos y decisiones a menudo controvertidas. Barrionuevo lleg¨® al Ministerio procedente del Ayuntamiento de Madrid, donde, como concejal elegido dentro de la candidatura socialista, estuvo al cargo de la Polic¨ªa Municipal. Considerado hombre duro, especialmente a ra¨ªz de ordenar el desalojo violento de un grupo de mujeres proabortistas encerradas en el Ayuntamiento, Barrionuevo, al llegar a Interior, se rode¨® de un equipo variopinto, entre los que destacaban hombres como Rafael Vera y Fernando L¨®pez Villanueva, procedentes del Ayuntamiento; Carlos Briones, cr¨ªtico taurino, y su hermana Mar¨ªa del Carmen Briones, ex centrista e inspectora de Trabajo; Carlos Sanju¨¢n, veterano socialista pr¨®ximo a Alfonso Guerra (luego dimitir¨ªa de su cargo); Jes¨²s Mart¨ªnez Torres, activo polic¨ªa franquista; el teniente coronel de la Guardia Civil y abogado Guillermo Ostos, a quien puso al frente de un gabinete de operaciones especiales antiterroristas, y el tambi¨¦n comisario Jes¨²s Merino de la Hoz, destacado sindicalista (posteriormente dimitido), entre otros.Los primeros problemas surgieron en junio de 1983 con la destituci¨®n de otro inicial miembro del equipo, el subcomisario Mariano Baniandr¨¦s, jefe de la Brigada de Interior y hombre cercano a Sanju¨¢n, a ra¨ªz del descubrimiento de escuchas telef¨®nicas ilegales y del llamado caso Medina, un polic¨ªa tambi¨¦n del nuevo equipo que result¨® salpicado en en los asuntos relacionados con Rumasa.
El 'caso Sanju¨¢n'
La crisis estall¨® en enero del pasado a?o cuando Carlos Sanju¨¢n, subsecretario del departamento, present¨® su dimisi¨®n ante Barrionuevo. ?sta fue motivada por las continuas discrepancias, especialmente en la pol¨ªtica de nombramientos policiales, con Rafael Vera, entonces director de la Seguridad del Estado, que fue nombrado para ocupar el cargo de subsecretario.
Quiz¨¢ el aspecto m¨¢s conflictivo de la pol¨ªtica de Barrionuevo al frente del Ministerio del Interior han sido sus relaciones con las fuerzas de seguridad del Estado y en especial con los grupos m¨¢s reivindicativos y, al menos aparentemente, progresistas dentro de ellas. Sus diferencias con los sindicatos culminaron en la primera manifestaci¨®n y huelga policiales, en petici¨®n de la unificaci¨®n policial y de reinvidicaciones de tipo econ¨®mico, llevada a cabo en noviembre de 1983. Las reclamaciones de los cuerpos policiales fueron en parte incluidas en el borrador de la ley org¨¢nica de Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado. Respecto a la Guardia Civil, "el gran descubrimiento" del Gobierno socialista, seg¨²n palabras del propio Barrionuevo, ha sido apoyada en todo momento y se ha renunciado definitivamente a su desmilitarizaci¨®n.
Las denuncias sobre torturas y malos tratos en las dependencias policiales han sido un tema abordado por el ministro con diferentes criterios. A ra¨ªz de la muerte del ex polic¨ªa nacional Jos¨¦ Manuel Cast¨¢n en las dependencias de la Direcci¨®n de la Seguridad del Estado, Barrionuevo declar¨® que actualmente prestan servicio polic¨ªas que han cometido delitos "terribles y atroces". Sin embargo, en octubre de 1984 fueron condecorados cuatro guardias civiles acusados de realizar torturas.
En las ¨²ltimas semanas, el ministro ha salido en defensa del comisario general de Informaci¨®n, Jes¨²s Mart¨ªnez Torres, frente a las acusaciones de presuntos delitos de malos tratos, realizados por ¨¦ste, seg¨²n diversos testimonios, cuando estaba destinado en la polic¨ªa franquista.
Seguridad ciudadana
Otro de los aspectos destacados del mandato de Barrionuevo ha sido el intento de lograr mayores niveles de seguridad ciudadana. A este respecto fue decisiva la modificaci¨®n de la ley de Enjuiciamiento Criminal, que supuso la salida de numerosos presos preventivos.
El incremento de delitos comunes desencaden¨® duros enfrentamientos entre los ministros de Justicia e Interior y oblig¨® a la convocatoria de una reuni¨®n monogr¨¢fica del Gobierno sobre los problemas de orden p¨²blico y seguridad ciudadana, en marzo de 1984. Los titulares de ambos ministerios llegaron a un acuerdo para proceder a importantes modificaciones legislativas y organizativas en la que fue llamada la reforma de la reforma.
La pol¨ªtica antiterrorista ha contado con una serie de medidas espectaculares de diverso ¨¦xito. Con motivo del secuestro de Diego Prado y Col¨®n de Carvajal se llevaron a cabo registros domiciliarios masivos en el barrio del Pilar de Madrid, en abril de 1983, en una operaci¨®n que fue calificada por el portavoz de los nacionalistas vascos como "un estado de excepci¨®n", que s¨®lo sirvi¨® para alertar a los terroristas y permiti¨® que una parte del comando quedara en libertad. Uno de los mayores logros de la Administraci¨®n socialista en materia de terrorismo ha sido la colaboraci¨®n en el ¨¢mbito internacional, especialmente con Francia. Este pa¨ªs ha expulsado de su territorio a numerosos etarras envi¨¢ndolos a Cuba, Venezuela, Rep¨²blica Dominicana, Togo, M¨¦xico, Panam¨¢ y Cabo Verde, medida con la que se trata de acabar con el santuario franc¨¦s de la organizaci¨®n. Por otra parte, el verano pasado los gobiernos belga y franc¨¦s concedieron por primera vez la extradici¨®n de cinco presuntos etarras. Tambi¨¦n en la misma ¨¦poca el Gobierno espa?ol anunci¨® inesperadamente su oferta de negociaci¨®n con ETA. Recientemente Jos¨¦ Barrionuevo ha protagonizado una nueva pol¨¦mica surgida en el desarrollo de las investigaciones sobre el asesinato del dirigente de Herri Batasuna, Santiago Brouard. Las tensiones producidas en los Ministerios de Interior, Justicia y Defensa como consecuencia de la providencia judicial sobre el caso terminaron con el relevo del fiscal Emilio Valerio, encargado de la investigaci¨®n. ?ltimamente han vuelto a aparecer las tensiones, aunque esta vez centradas en la Polic¨ªa Nacional.
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