Gloria y honor a las legiones romanas

Fueron unos d¨ªas latinos. Pero, sin lugar a dudas, la gloria y el honor de estos d¨ªas hist¨®ricos revierten a los italianos: Giulio Andreotti, ministro de Asuntos Exteriores, y Bettino Craxi, presidente del Gobierno. Un democristiano y un socialista trabajando juntos en un Ejecutivo y en la Presidencia del Consejo de la CEE. Su habilidad y arte negociador ha permitido abrir las puertas de la CEE a Espa?a y Portugal. Todo el mundo lo reconoce.El propio presidente de la Comisi¨®n Europea, Jacques Delors, se?al¨® ayer que la Presidencia italiana "ha ganado el partido de la ampliaci¨®n tras una pr¨®rroga, pero ha habido penaltis -los penaltis integrados mediterr¨¢neos- salvados por el capit¨¢n Craxi. El terreno queda abierto para el futuro".

Han sido largos d¨ªas y largas noches de negociaci¨®n, tanto con Espa?a y Portugal como dentro de la CEE, para resolver todos los temas principales que quedaban para la ampliaci¨®n del Mercado Com¨²n. Hay que citar aqu¨ª tambi¨¦n la labor del embajador italiano ante la CEE, Piero Calamia, as¨ª como de Lorenzo Natali y, en el tema presupuestario y en el de los programas integrados mediterr¨¢neos (PIM), de Delors. La CEE se ha librado ayer de los problemas pendientes que ten¨ªa desde hace cinco a?os, y se puede encaminar hacia la cita de Mil¨¢n mirando al futuro de la Comunidad Europea.

El propio ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, Fernando Mor¨¢n, prest¨® en d¨ªas pasados un tributo muy especial a su colega Andreotti, el de la paciencia del franciscano. "Aunque tambi¨¦n ha ido a lo suyo", seg¨²n el espa?ol, pues, por ejemplo, los c¨ªtricos espa?oles no se han salvado del purgatorio del per¨ªodo transitorio. Claro que, por parte francesa, tambi¨¦n se reivindica el triunfo. El propio Fran?ois Mitterrand declar¨® ayer que "la actitud del Gobierno franc¨¦s ha permitido que la ampliaci¨®n culmine". Curiosamente ¨¦sta ha sido una cumbre con dificultades, pero sin tensiones. En ning¨²n momento ha habido enfrentamientos personales entre los dirigentes europeos. Y Craxi hizo una apuesta elevada al entrar en la negociaci¨®n a nivel del jefe de Estado y de Gobierno del problema de los PIM, en vez de remitirlo a los ministros. Pues de haber fracasado este intento, la cuesti¨®n habr¨ªa quedado remitida a la cumbre de Mil¨¢n, con lo que en ning¨²n caso Espa?a hubiera tenido la posibilidad de ingresar el 1 de enero de 1986 en la Comunidad Econ¨®mica Europea.

En la madrugada del viernes, con el acuerdo entre Espa?a, Portugal y los diez, se produjo un acontecimiento hist¨®rico. Pero la verdadera confirmaci¨®n de la historia -a falta de sorpresas sobre la fecha de ingreso- lleg¨® ayer en Bruselas.