Una ontolog¨ªa p¨®stuma
En los a?os sesenta, ya Luk¨¢cs planteaba supuestos ontol¨®gicos. en su Est¨¦tica, al situar el principio est¨¦tico como una m¨¢s de las actividades intelectuales. Confieso haberme equivocado a medias en un ensayo sobre esta gran obra, publicado por esas fechas en la Revista de Occidente, pues deduje que a sus investigaciones est¨¦ticas seguir¨ªa una antropolog¨ªa que estaba en ellas subyacente. Y digo a medias porque aunque Luk¨¢cs pas¨® de la Est¨¦tica al desarrollo de una Ontolog¨ªa, aparecida despu¨¦s de su muerte, nos reafirmamos en la idea que el camino ontol¨®gico implica el antropol¨®gico. Pues, ?en qu¨¦ consiste la actividad humana en general? Es una reacci¨®n intencional, originariamente afectiva e intelectual, del hombre ante la realidad para cumplir sus fines. Es necesario partir de los hechos simples de la vida cotidiana , que es la base de todos los problemas ontol¨®gicos. En consecuencia, la ontolog¨ªa no es una entrega, fervorosa a la investigaci¨®n de las realidades con r¨ªgida impasibilidad asc¨¦tica para lograr una sabidur¨ªa objetiva, desencarnada. Por el contrario, es una realidad vivida, asumida por la subjetividad, es una conducta humana. No es de extra?ar que al final de su Ontolog¨ªa Luk¨¢cs bosquejase una ?tica."El objeto de la ontolog¨ªa", dice Luk¨¢cs, "es lo realmente existente", que no es la presencia ni la apariencia, sino cuanto las origina. La g¨¦nesis de la realidad es lo que llamar¨ªamos lo real, es decir, su base secreta oculta en ella misma. En otras palabras, descubrir la unidad de las multiplicidades que existen realmente. Lo que significa platonizar como en el di¨¢logo de Parm¨¦nides, idealizar realizando o humanizarse objetivamente. Como dice Hans Holz, interpretando a Luk¨¢cs, "su Ontolog¨ªa es una comprensi¨®n natural de universo". Pero, "es gibt bis jetzt keine geschichte der Ontologie", sorprendente afirmaci¨®n de Luk¨¢cs que no existe una historia de la Ontolog¨ªa y que es muy explicable. Efectivamente, en el libro K de la Metaf¨ªsica de Arist¨®teles se asimila el ser en cuanto ser (ontolog¨ªa) y el ser separado del mundo (teolog¨ªa), identificaci¨®n que crea un dualismo b¨¢sico entre mundo real y mundo trascendente, que persistir¨¢ hasta la edad moderna, pero impidi¨® el desarrollo de una ontolog¨ªa.
La compleja vida cotidiana
Luk¨¢cs descubre en la obra de Nicolai Hartmann el punto de partida para una nueva ontolog¨ªa realista, pero que est¨¢ limitada por el estatismo de su concepci¨®n de la realidad. Por esta raz¨®n, en dos espl¨¦ndidos ensayos sobre Hegel y Marx enuncia Luk¨¢cs las categor¨ªas fundamentales de una ontolog¨ªa dial¨¦ctica. La nueva ontolog¨ªa se inicia con el estudio de la vida cotidiana, que no es simple y elemental, como se cree, sino que es un complejo de una serie de complejos. Ahora bien, lo cotidiano est¨¢ lleno de espejismos, de errores, de ilusiones que s¨®lo la ciencia, "otra intentio recta", seg¨²n Hartmann, puede despejar, d¨¢ndonos el reflejo exacto de la realidad. Pero la ciencia, a su vez, al matematizar y medir, deforma lo real. S¨®lo el camino ontol¨®gico puede hacernos recuperar el sentido y dimensi¨®n verdaderos de las complejas realidades existenciales. Mejor dicho, "s¨®lo el marxismo ontol¨®gico" puede estudiar la interrelaci¨®n o conexi¨®n de las diferentes realidades que componen la vida social humana.
En su Ontolog¨ªa, sostiene Luk¨¢cs que se debe analizar, en primer t¨¦rmino, lo complejo para llegar a descubrir sus elementos m¨¢s simples y concretos. As¨ª, por ejemplo, y siguiendo su metodolog¨ªa, el amor es una realidad enmara?ada, dram¨¢tica, y no tan s¨®lo un sentimiento. Este principio metodol¨®gico lo he aplicado en mi reciente libro Estudios sobre el amor.
La finalidad de esta investigaci¨®n ontol¨®gica es concretar el ser social, que s¨®lo existe como fijaci¨®n moment¨¢nea en un proceso real permanente. Vale decir que este ser aparece como enlace de los distintos modos de existencia, y lo descubrimos en el movimiento del mundo, al sucederse unas realidades a otras, o sea, hist¨®ricamente. El ser social es la sucesividad multiplicada de s¨ª mismo.
Esta extensa y profunda investigaci¨®n sobre el ser le lleva a concluir que nunca es uno, porque se estructura en tres grandes formas fundamentales: la inorg¨¢nica, la org¨¢nica y la social, "que est¨¢n bruscamente diferenciadas entre s¨ª". Aunque las ciencias pueden descubrir los diferentes niveles que componen lo real, para Luk¨¢cs, solamente la ontolog¨ªa es capaz de asumir la funci¨®n de ciencia mediadora b¨¢sica para reunificar los resultados de las ciencias particulares. "All¨ª donde acaba la especulaci¨®n comienza el conocimiento concreto, la ciencia real", afirmaba Marx.
La Ontolog¨ªa, ¨²ltima y magn¨ªfica obra que nos dej¨® Georg Luk¨¢cs, consiste en un rudo trabajo del pensamiento para coordinar las distintas realidades descubiertas por las ciencias experimentales. Es el ¨²nico y seguro camino para llegar a la universalidad del saber.
Babelia
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