La cat¨¢strofe del restaurante El Descanso
La sospecha exist¨ªa desde el primer momento, sensibilizados como estamos por la acci¨®n diversa y continua de los terrorismos en el mundo de hoy. La cercan¨ªa de la base de Torrej¨®n de Ardoz, la asiduidad con que se ve¨ªa en el restaurante El Descanso a personal norteamericano y la proximidad de la visita del presidente Reagan a Espa?a ofrec¨ªan elementos bastantes para adivinar la intencionalidad del crimen. Pero hasta casi un d¨ªa despu¨¦s no se ha estado en condiciones de desechar casi totalmente las hip¨®tesis de accidente fortuito y confirmar la existencia de un explosivo poderoso, la cloratita. ( ... )Poco a poco parec¨ªa que los grupos mas pr¨®ximos y mejor conocidos en el pa¨ªs ced¨ªan en este caso el sitio a dos tipos de terrorismo conocidos y activos en los ¨²ltimos tiempos: el llamado euroterrorismo, o acci¨®n anti OTAN, que se ha extendido por diversos lugares de Europa, y el terrorismo chi¨ªta, tan activo en el Pr¨®ximo Oriente. En cualquier caso, parece que estamos ante una importaci¨®n de terror. (...)
El terrorismo internacional trata de asustar a los pueblos para que se replieguen en s¨ª mismos, trata de fomentar un nuevo aislacionismo fundado en el miedo de que cualquier contacto, cualquier ( vinculaci¨®n, cualquier alianza, ( traiga la muerte por v¨ªas y modos tan insospechados como la cat¨¢strofe en el restaurante de la carretera de Madrid a Barcelona. Naturalmente, si los pueblos cedieran a la l¨®gica de la acci¨®n terrorista quedar¨ªan aislados, pero no m¨¢s fuertes ni seguros que antes. No hay fronteras para el terror, y sus brazos llegan cuando quieren donde quieren. Un d¨ªa se trata de preparar el ambiente con el que quieren que se produzca la visita del presidente Reagan a Espa?a, y otro de extender la sospecha de que estar¨ªamos m¨¢s seguros sin lazos con Norteam¨¦rica, ni con Europa, ni con el mundo occidental.
( ... ) Pasada la emoci¨®n, y la indignaci¨®n tambi¨¦n, quedan unas v¨ªctimas, unos muertos, unas vidas segadas cuando cre¨ªan estar en un restaurante popular pasando simplemente un rato agradable en compa?¨ªa amiga. Queda el cruel y devastador absurdo de un modo de hacer pol¨ªtica que no es sino una implacable manipulaci¨®n de la psicolog¨ªa humana ( ... ). Ese terrorismo de importaci¨®n nos recuerda que estamos en el mundo y que en el mundo de hoy ni la locura ni el crimen conocen fronteras.
14 de abril
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