Eddy Planckaert suma la segunda victoria para el Panasonic en una primera etapa marcada por el mal tiempo y las ca¨ªdas
ENVIADO ESPECIAL, No extra?¨® a nadie. Su triunfo tambi¨¦n estaba cantado, y la Vuelta 85, en sus primeros compases, se est¨¢ convirtiendo en un festival del Panasonic. En el pr¨®logo de Valladolid, el holand¨¦s Bert Oosterbosch se visti¨® de l¨ªder. Ayer conserv¨® su jersei amarillo, y su compa?ero de equipo, el belga Eddy Planckaert, entr¨® primero en la meta de Zamora, tras cubrir los 177 kil¨®metros de la etapa, que resultaron m¨¢s duros de lo previsto. El fr¨ªo, la lluvia, el viento y las ca¨ªdas hicieron que algunos hombres importantes perdieran m¨¢s de dos minutos. Hoy puede suceder lo mismo en los 262 kil¨®metros que separan Zamora de Orense.
La primera etapa de la Vuelta-85 comenz¨® con nervios. En la l¨ªnea de salida de Valladolid todo el mundo hablaba del excesivo n¨²mero de hombres que integran el pelot¨®n y de las posibles ca¨ªdas, que las hubo. Las carreteras espa?olas no se prestan para dar cabida a tantos ciclistas, entre los que hay mucho novato.Saber rodar en pelot¨®n es una t¨¦cnica que s¨®lo dominan los grandes profesionales del ciclismo. Un despiste y, especialmente, el miedo, pueden provocar desastres. Ayer no hubo m¨¢s desgracias de puro milagro. Pero desde el primer momento muchos hombres vieron c¨®mo sus carnes quedaban desgarradas por el asfalto, entre ellos bastantes espa?oles como Juan Mart¨ªnez, Jos¨¦ Lu¨ªs Lagu¨ªa, Faustino Rup¨¦rez, Eduardo Chozas y Mikel Indurain. Este ¨²ltimo lleg¨® a la l¨ªnea de meta con una brecha en su cabeza, pero tuvo arrestos para enlazar con el primer pelot¨®n.
A Zamora no se lleg¨® en un compacto grupo, contra lo que cab¨ªa esperar, sino en dos. El primero, formado por cerca de 100 hombres; y el segundo, con los restantes que permanecen en carrera. La lluvia y el viento jugaron una mala pasada a quienes no saben desenvolverse bien en esas condiciones meteorol¨®gicas tan adversas. Colombianos, portugueses, sovi¨¦ticos y estadounidenses fueron quienes m¨¢s sufrieron.
Ayer los ciclistas espa?oles no tuvieron ni siquiera el consuelo de ganar una triste meta volante. Las dos que hab¨ªa se las adjudic¨® el belga Ronny Van Holen. Era el d¨ªa de los rodadores, que se tomaron las cosas con mucha calma, hasta el punto de que la carrera lleg¨® a sufrir retrasos de 25 minutos sobre el horario previsto.
Los holandeses se pusieron a tirar como locos, en la cabeza del pelot¨®n. Su ritmo era perfecto, implacable y dif¨ªcil de seguir. Trabajaban para defender el liderato de Oosterbosch y preparar el sprint de su gran especialista, el menor de los Planckaert. Consiguieron ambas cosas. Y Zamora pudo contemplar c¨®mo se disputa una llegada masiva, con casi 100 hombres en liza.
"Walter, mi hermano mayor, me lo ha dejado todo hecho. El resto ha sido muy f¨¢cil", dec¨ªa el vencedor en la l¨ªnea de meta. Eddy Planckaert es, sin duda, uno de los mejores sprinters del mundo. Cuando llegue a la monta?a, se despedir¨¢ elegantemente. Ser¨¢ el turno para algunos de los que ayer perdieron unos minutos preciosos, como Vicente Belda: "Ya los recuperar¨¦. No pasa nada. Esto acaba de empezar".
Y hoy, la segunda etapa, entre Zamora y Orense, de 262 kil¨®metros, la m¨¢s larga de la Vuelta -tendr¨¢ una duraci¨®n aproximada de siete horas- y con s¨®lo dos puertos de tercera. Los corredores la afrontar¨¢n tambi¨¦n con condiciones meteorol¨®gicas adversas. En la capital gallega se espera otra llegada masiva.
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