El refer¨¦ndum de Nueva Caledonia se pospone hasta las elecciones francesas

El refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n de Nueva Caledonia no se celebrar¨¢ antes del oto?o de 1987, es decir, despu¨¦s de las elecciones legislativas francesas, seg¨²n se anunci¨® ayer tras la reuni¨®n del Consejo de Ministros. La decisi¨®n supone retrasar considerablemente el proceso de independencia de la isla del Pac¨ªfico sur, inicialmente previsto para 1986.

El primer ministro, Laurent Fabius, y el presidente de la Rep¨²blica, Fran?ois Mitterrand, han hecho caso omiso de las recomendaciones del delegado especial en, Nueva Caledonia, Edgar Pisani, quien propuso como fecha para el refer¨¦ndum, el mes de noviembre pr¨®ximo. Tampoco se han tenido en cuenta las presiones de Jean Marie Tjibaou, l¨ªder del Frente de Liberaci¨®n Nacional Canaco Socialista (FLNKS), que ped¨ªa que se acelerara el proceso para recuperar la soberan¨ªa.La decisi¨®n del Gobierno, explic¨® un portavoz oficial, responde al deseo de esperar a que se calme el clima de pasiones que rodea el problema, tanto en Nueva Caledonia como en la metr¨®poli. En la pr¨¢ctica, el retraso puede deberse a dos causas: miedo a perder el refer¨¦ndum -es decir, a no lograr la mayor¨ªa necesaria para imponer la independencia-asociaci¨®n-, y temor a las repercusiones que ello podr¨ªa tener en las elecciones francesas, previstas para 1986.

El retraso puede ser acogido como una victoria por la comunidad caldoche, o de origen europeo, que se ha opuesto siempre a-la independencia y que ha encontrado el apoyo de los principales partidos de la oposici¨®n en Francia. Los canacos, por su parte, pueden interpretarlo como una pu?alada, porque el Gobierno socialista ha enviado la pelota al campo de la derecha. La oposici¨®n, que seg¨²n los sondeos puede ganar las elecciones de 1986, se encontrar¨¢ con el problema a punto de estallar, pero es dificil imaginar que reci¨¦n llegada al Gobierno organice el refer¨¦ndum ahora prometido.

Para intentar calmar a los canacos, el Gobierno franc¨¦s ha decidido poner en marcha un estatuto transitorio, que permitir¨¢ a los independentistas participar en el Gobierno local. El plan consiste en dividir la isla en cuatro regiones, cada una con su propia asamblea elegida por sufragio universal y sistema proporcional. De esta forma, los canacos podr¨ªan controlar tres regiones y participar minoritariamente en el Gobierno de la cuarta, es decir en la capital, Numea, en la que los caldoches son m¨¢s numerosos.