Daniel Ortega acepta que EE UU conceda ayuda a los refugiados nicarag¨¹enses

El Gobierno sandinista no ve con malos ojos que Estados Unidos ayude econ¨®micamente a los refugiados nicarag¨¹enses establecidos en Honduras y Costa Rica, "siempre que esos fondos no vayan a parar a los grupos opositores alzados en armas". El presidente Daniel Ortega se pronunci¨® en estos t¨¦rminos tras una breve visita al arzobispo Miguel Obando y Bravo, a quien felicit¨® por su reciente elevaci¨®n al cardenalato.

"Todo depende", a?adi¨®, "de los mecanismos que se utilicen, porque ya en ocasiones anteriores la Administraci¨®n de Ronald Reagan prometi¨® no proporcionar ayuda militar a los contra y ¨¦stos siguieron recibi¨¦ndola por otras v¨ªas". La cautelosa reacci¨®n de Managua tiene que ver con una desconfianza hist¨®rica ante el largo brazo de Washington y tambi¨¦n con la propia complejidad del sistema parlamentario norteamericano, que no permite a¨²n zanjar definitivamente esta cuesti¨®n.El v¨ªa crucis del Gobierno sandinista no termina con las sucesivas votaciones del Congreso. Falta por conocer la f¨®rmula transaccional a la que vayan a llegar las dos C¨¢maras. En este tramo legislativo radica la esperanza de la Fuerza Democr¨¢tica Nicarag¨¹ense (FDN), principal destinatario de la ayuda estadounidense.

Uno de sus asesores, Marco Aurelio Soto, ha declarado en la capital hondure?a que a¨²n no se ha cerrado definitivamente la puerta de la entrega los 14 millones de d¨®lares y que tienen la seguridad de contar con el respaldo del presidente Reagan.

La Alianza Revolucionaria Democr¨¢tica (ARDE) de Ed¨¦n Pastora cree, por su parte, que los sucesivos reveses en el Congreso contribuir¨¢n al desmantelamiento del FDN, "porque se trata de un proyecto pol¨ªtico de regreso al pasado somocista, que no pega en Nicaragua". Su portavoz, Jos¨¦ D¨¢vila, ha criticado a Washington por volcar todo su apoyo en un grupo que resulta inaceptable para los nicarag¨¹enses por sus vinculaciones con el r¨¦gimen anterior.

"Quieren volver a 1979, cuando no hab¨ªa libertades en Nicaragua. ?sa es su equivocaci¨®n. En su prop¨®sito de reforzar la posici¨®n del FDN, Estados Unidos ha involucrado a Arturo Cruz, Alfonso Robelo y al editor del diario La Prensa, Pedro Joaqu¨ªn Chamorro. El resultado es que ha terminado quem¨¢ndolos a todos".

A juicio de D¨¢vila, el gran derrotado por el Congreso ha sido el proyecto pol¨ªtico de Estados Unidos para Centroam¨¦rica. "Nueve comandantes derrotaron al imperio", dijo. "Managua logr¨® lo que quer¨ªa: reanudar el di¨¢logo de Manzanillo, evitar la aprobaci¨®n de la ayuda a los rebeldes y desprestigiar a los contras".

"Pero ARDE no es el FDN, porque no estamos manejados por la CIA. Ni ARDE ni el comandante Pastora mueren con estas votaciones del Congreso. Nuestra lucha en el sur de Nicaragua es nacionalista y seguiremos luchando, aunque sea sin un centavo".

Aun los opositores reconocen as¨ª que el r¨¦gimen sandinista ha recibido un respiro importante despu¨¦s de estar arrinconado durante varias semanas.

No s¨®lo no habr¨¢ tal ayuda, sino que Managua tiene ahora la esperanza concreta de reanudar el di¨¢logo bilateral con Estados Unidos. Lo sorprendente es que justamente ahora que los sandinistas reciben buenas noticias de Washington, el presidente Ortega haya anunciado un pr¨®ximo viaje a Mosc¨², donde tratar¨¢ de obtener la cooperaci¨®n econ¨®mica que le niega Estados Unidos. Es posible que no tenga otra alternativa, pero el momento elegido no parece el m¨¢s adecuado.