La recompensa no lleg¨® para el arzobispo Marcinkus

?Por qu¨¦ Juan Pablo II no ha hecho cardenal a su banquero, el arzobispo norteamericano de origen lituano Paul Marcinkus, presidente del Instituto para las Obras de la Religi¨®n (IOR), considerado como el banco del Papa?Es ¨¦sta la pregunta que se hacen muchos en Roma. Sobre todo cuando el capelo cardenalicio ha tocado esta vez a 11 personajes de la curia romana, algunos con cargos de menor importancia que el de Marcinkus.

Acuerdo oficial

Ya en el consistorio de 1983 el importante banquero ten¨ªa que haber sido nombrado cardenal, pero entonces el Vaticano estaba zarandeado por el esc¨¢ndalo del ex Banco Ambrosiano y se acusaba a Marcinkus de haber sido el mayor responsable desde el punto de vista del Vaticano.

Sin embargo, desde entonces han pasado muchas cosas. El asunto pr¨¢cticamente ha quedado zanjado a favor del arzobispo Marcinkus, ya que el Estado italiano y el Vaticano llegaron el a?o pasado a un acuerdo oficial: el Vaticano, para contribuir a solucionar el asunto, acept¨® pagar la suma de 240 millones de d¨®lares por amor a la paz, pero bajo la condici¨®n de que se considerara a Marcinkus inocente, es decir, m¨¢s bien una v¨ªctima de Roberto Calvi; como m¨¢ximo, un ingenuo o un imprudente.

En este punto, el papa Wojtyla, que siempre defendi¨® a Marcinkus, aunque tuvo que alejarlo como organizador de sus viajes y como gorila personal ante la presi¨®n internacional, ten¨ªa las manos libres para hacerlo cardenal. M¨¢s a¨²n, muchos se esperaban este gesto del Papa, ya que, adem¨¢s de salvar p¨²blicamente la imagen de su banquero, el hecho hubiese servido a Juan Pablo II para mostrar a la luz del sol que toda la campa?a contra el Vaticano hab¨ªa sido una pura instrumentalizaci¨®n. El nombramiento de Marcinkus como cardenal hubiese significado ante la opini¨®n mundial la certeza absoluta por parte del Papa de la inocencia total de su banquero. ?Por qu¨¦ no lo ha hecho? Es esto lo que se est¨¢ preguntando la opini¨®n p¨²blica de este pa¨ªs. Y conociendo el temperamento de Wojtyla se piensa que si no lo ha hecho es porque en realidad no todos los nudos han sido a¨²n atados.

Las ¨²ltimas declaraciones explosivas del intrigante Francesco Pazienza, desde su c¨¢rcel de Nueva York, demuestran que la quiebra del Banco Ambrosiano traer¨¢ a¨²n mucha cola y que las implicaciones del IOR y de su presidente, Marcinkus, en la quiebra del Ambrosiano quiz¨¢ no hayan sido a¨²n completamente dilucidadas.