?Manos arriba!
Cunde el p¨¢nico entre las filas del PCE ante la amenaza de que pueda revelarse el pasado falangista de parte de sus militantes, especialmente de los que ocupan cargos de responsabilidad pol¨ªtica. Afortunadamente, por ahora, no se espera que se desvele el pasado de los comunistas homosexuales arrepentidos, ni el de los ex mormones, ni el de los que fueron sorprendidos sac¨¢ndose motas de la nariz con los dedos, incluso en presencia del secretario general. Se especula con la posibilidad de que en una segunda fase de purificaci¨®n fundamentalista, Carrillo pueda poner sobre la mesa los antecedentes socialistas de importantes dirigentes comunistas, para llegar al quid de la cuesti¨®n de una derechizaci¨®n que no puede explicarse por causas naturales.Afortunadamente, se consigui¨® frenar a tiempo el intento de denunciar el pasado monaguillo de comunistas de prestigio. Hay pruebas fotogr¨¢ficas de que un 80% de la militancia comunista espa?ola ha hecho la primera comuni¨®n, un 90% se ha casado por la Iglesia y casi un 95% est¨¢ bautizado. Uno de cada tres dirigentes del PCE se ha fumado un cohiba alguna vez en su vida, sin guardar la colilla para los cargos inferiores y, que se sepa, alg¨²n mando de altos vuelos no exige que el whisky que le sirven en las discotecas sea de fabricaci¨®n nacional. Todo, absolutamente todo, est¨¢ documentado y en su d¨ªa se har¨¢ p¨²blico un dossier de pecados originales y transitoriales que pueden dar la definitiva explicaci¨®n de las dificultades hist¨®ricas ¨²ltimamente padecidas.
De momento, se ruega que los comunistas ex falangistas salgan con los brazos en alto y los dos carn¨¦s en la boca. Si bien es cierto que Carrillo les ha retirado la amnist¨ªa de la Reconciliaci¨®n Nacional, a tenor de la buena conducta futura pueden acogerse a la petici¨®n de indultos individuales, previo auto de fe p¨²blico en el que renieguen de sus or¨ªgenes. Aunque el actual secretario general, Gerardo Iglesias, no parece sospechoso de ex falangismo, no se descarta la posibilidad de que sea sospechoso de no infundir sospechas. Aqu¨ª no se salva ni Dios. Si no eres pa m¨ª, no ser¨¢s pa nadie, Mar¨ªa Manuela, y a los toros no quiero que vengas con minifalda.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.