Los comicios de ma?ana en Renania-Westfalia, 'prueba de fuego' para Helmut Kohl
Doce millones y medio de votantes est¨¢n convocados a las urnas ma?ana, domingo, para elegir el Parlamento regional (Landtag) de Renania-Westfalia, el Estado federado con m¨¢s habitantes de la Rep¨²blica Federal de Alemania. Las elecciones se consideran como una prueba de fuego para el canciller democristiano Helmut Kohl (CDU) y la coalici¨®n de centro-derecha, democristianos (CDU / CSU) y liberales (FDP), que gobierna en Bonn, que podr¨ªan quedar debilitados si el domingo sufren una derrota.
Hasta mediados de abril, las encuestas de opini¨®n sobre las intenciones de voto para el domingo presentaban malas perspectivas para los democristianos (CDU), que se mov¨ªan alrededor del 40%. Para sus socios de coalici¨®n, los liberales (FDP), las perspectivas eran mejores. Todos los sondeos coinciden en situar al FDP c¨®modamente por encima del 5%, lo que significar¨ªa el retorno de los liberales al landtag de D¨¹sseldorf, de donde desaparecieron hace cinco a?os al faltarles unos 2.000 votos para llegar al fat¨ªdico 5%.Los sondeos daban un 47% al popular presidente del Gobierno de Renania-Westfalia, el socialdem¨®crata Johannes Rau (SPD), que gobern¨® los ¨²ltimos cinco a?os con mayor¨ªa absoluta en un landtag con s¨®lo dos partidos, SPD y CDU.
Para los verdes, las elecciones son dram¨¢ticas y significar¨¢n el apaga y v¨¢monos si no consiguen rebasar el 5%. Los sondeos registraban a mediados de abril una tendencia descendente de los verdes, que se aproximaban fat¨ªdicamente al 5%.
Todos estos sondeos, tienenescasa validez, porque no registran la repercusi¨®n sobre la conducta electoral de la visita M presidente estadounidense, Ronald Reagan, a la RFA y la cumbre de los siete grandes en Bonn, con toda la pol¨¦mica que acompa?¨® a estos acontecimientos. Kohl puede haber ganado puntos ante el hombre de la calle por su tozudez en llevar adelante el programa de la visita de Reagan y la presencia en el cementerio de Bitburg. Esto beneficiar¨ªa indirectamente a su partido, la CDU, en la elecci¨®n del domingo pero, al mismo tiempo, la pol¨¦mica en torno a Bitburg ha puesto de manifiesto la poca visi¨®n del canciller y su torpeza para moverse en una escena internacional que le viene ancha. Esto repercutir¨¢ negativamente entre el electorado.
Los democristianos (CDU) se presentan a las elecciones con un candidato, Bernhard Worms, que en unas elecciones personales y directas s¨®lo tendr¨ªa un 30% de votos, frente a un 65% del popular Rau (SPD). Esto es una desventaja importante para la CDU, pero en la RFA se eligen partidos, aunque la personalidad del l¨ªder tenga una influencia grande. Worms es un pol¨ªtico mediocre, lanzado por Kohl contra el brillante profesor Kurt Biedenkopf, que lleg¨® a segundo hombre de la CDU y luego fue desterrado a provincias por desavenencias con el canciller.
Para Kohl, una derrota significar¨ªa dar alas a los que en las filas democristianas se muerden los labios para no decir p¨²blicamente la opini¨®n que les merecen las habilidades pol¨ªticas de Kohl. De momento, el presidente de Baviera, el socialcristiano _Franz Josef Strauss (CSU), ya ha dejado tendida un par de trampas a Kohl. Strauss declar¨® que estas elecciones tienen que ser un ¨¦xito para la CDU, porque cuenta, a diferencia de en 1980, con el bono del canciller, el efecto positivo de desempe?ar la jefatura de Gobierno en Bonn, y no sufre, como hace cinco a?os, la carga de "un candidato.a canciller llamado Strauss". Si la CDU fracasa el domingo, a Kohl empezar¨¢n a pedirle cuentas en sus propias filas.
Los verdes afrontan una elecci¨®n cr¨ªtica por sus propios errores pol¨ªticos. La postura absolutamente negativa de los fundes partidarios de una oposici¨®n radical sin alianzas parlamentarias, y las actividades de una pandilla de pederastas, exigiendo la despenalizaci¨®n de las relaciones sexuales con ni?os, amenazan con llevar a los ecopacifistas de nuevo a la oposici¨®n extraparlamentaria.
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