La 'mamma' DC

Los primeros comentarios de los observadores pol¨ªticos se?alan que los verdaderos vencedores de estas elecciones italianas ha sido el d¨²o Mita-Wojtyla, porque toda la campa?a se hab¨ªa hecho bajo el miedo a que el partido comunista, como hab¨ªa acaecido en las elecciones europeas del a?o pasado, pudiera consolidarse como el primer partido del pa¨ªs. Sobre todo porque el nuevo l¨ªder comunista, el agresivo Alessandro Natta, se hab¨ªa expuesto afirmando que en dicha hip¨®tesis exigir¨ªa que el presidente de la Rep¨²blica le diese a su partido la posibilidad de hacer una prueba para formar Gobierno.En esta ocasi¨®n, el papa WolJtyla se hab¨ªa lanzado a la campa?a electoral pidiendo a los cat¨®licos que se uniesen pol¨ªticamente. La Iglesia italiana, que hac¨ªa a?os que no se compromet¨ªa directamente a favor del partido de los cat¨®licos, esta vez, empujada por el Papa, hab¨ªa sido m¨¢s agresiva. El resultado es que los italianos -que proverbialmente, cuando se les presenta el miedo "al lobo comunista", suelen refugiarse en "la marnrna DC", es decir, vuelven al regazo del "partido madre", que desde hace 40 a?os les dice que es ella quien les preserva del peligro comunista- se h an arrepentido de haber dado el voto al partido de Berlinguer y se han refugiado en la Democracia Cristiana.

Naturalmente, los democristianos niegan esta hip¨®tesis. Seg¨²n el presidente democristiano, Flaminio Piccoli, la causa es que "nuestro partido est¨¢ resucitando y ha vuelto al ataque, convirti¨¦ndose de nuevo en un partido vivo".

Pero esa vivacidad se la est¨¢n dando en realidad los agresivos movimientos integristas cat¨®licos, como Comuni¨®n y Liberaci¨®n y Opus De?, quienes en estas elecciones, frente al peligro comunista, se han volcado a¨²n m¨¢s a favor del partido de los cat¨®licos, presentando sus propios candidatos en muchas ciudades y regiones.

Todo esto sin quitar m¨¦ritos al nuevo secretario democristiano, De Mita, hombre inteligente y listo al mismo tiempo, que ha emprendido una campa?a moralizadora del llamado "partido de la corrupci¨®n", cosa que empieza a dar sus frutos.

Aunque la verdadera novedad de estas elecciones -y su mayor sorpresa- ha sido la no esperada afirmaci¨®n de los verdes, sin ninguna tradici¨®n anterior, sin medios econ¨®micos, sin publicidad, con dirigentes improvisados y que han sido capaces de arrancar votos al mismo partido comunista.