Alberto Breccia

El dibujante Alberto Breccia es un adicto al mate, pero no a los tebeos. Argentino, de origen uruguayo, de 66 a?os, es uno de los grandes autores que, junto con Hugo Pratt, Jos¨¦ Luis Salinas y Arturo del Castillo, definieron la importancia de la historieta en Argentina a partir de los a?os cincuenta. El expresionismo gr¨¢fico de sus obras, como en Mort Cinder, El eternauta, Los mitos de Cthulhu y Perramus, lleva la angustia hacia la p¨¢gina en negro, pero Breccia rompe la imagen de dibujante negro: "No soy pesimista; soy realista. No soy un hombre negro. Me gustan el sol, los deportes, la jardiner¨ªa y soy un apasionado de los animales".

Breccia se ha tra¨ªdo de Buenos Aires el mate, la yerba, la bombilla y el termo para acompa?ar un tiempo de vacaciones y de asistencia a cert¨¢menes de comics. Ha participado en la Il Semana de la Historieta de Madrid, donde se expusieron originales, y dentro de unos d¨ªas viajar¨¢ a Barcelona, ya que el V Sal¨®n del Comic y la Ilustraci¨®n (del 1 al 9 de junio) le dedica una antol¨®gica de su obra. M¨¢s tarde se detendr¨¢ en Suiza e Italia.Durante su estancia en Madrid, Alberto Breccia visita barrios populares, observa c¨®mo se mueve la gente y cu¨¢les son sus diversiones. Una visita, ya ritual, al Museo del Prado para emocionarse frente a Vel¨¢zquez, Goya, el Greco y el Bosco. Revuelve libros viejos como una tarea llena de curiosidad, pasi¨®n ausente para leer historietas: "Los tebeos no me interesan demasiado, es un g¨¦nero que lo dibujo con mucho cari?o y me gusta, pero no soy un estudioso. Desde ni?o no he le¨ªdo historietas y no logr¨¦ interesarme nunca".

Aunque naci¨® en Montevideo, desde los dos a?os Alberto Breccia vive en Argentina. Recuerda sus or¨ªgenes populares, en el barrio de Mataderos, de Buenos Aires, donde a los 15 a?os entra de obrero en la matanza de animales. La palabra fracaso es la m¨¢s empleada para concretar experiencias sucesivas, que se inician con la marcha, cinco a?os m¨¢s tarde, a Brasil, donde el potente mercado norteamericano rechaza a un joven dibujante de historietas.

Breccia es autodidacta y dice que ha dibujado siempre, desde ni?o. En un camino de fracasos, es editor de novelas policiales, tiene una agencia de publicidad y monta un instituto de arte. A partir de 1970 se dedica a dibujar de forma continuada. Ya tiene Vito Nervio, El vengador, Sherlock Time y los ¨¦xitos de Mort Cinder y El eternauta, con guiones de H¨¦ctor Oesterheld, desaparecido en 1977, v¨ªctima de la dictadura militar argentina.

El estilo expresionista de Breccia llega a sus ¨²ltimas consecuencias en la serie Perramus, que empieza a publicarse en Espa?a. Tiene dibujados 12 episodios y avisa que si no consigue la aceptaci¨®n del p¨²blico dar¨¢ a su personaje una dulce muerte o la jubilaci¨®n. Para el dibujante, el negro es m¨¢s expresivo que el blanco. Sus historias le han dado una fama de hombre pesimista, pero lo niega con un argumento: ha ilustrado 350 libros infantiles. Adem¨¢s, cuando quiere descansar del blanco y negro, utiliza el rojo para su Dr¨¢cula. Admite que sus historias no son gratificantes, pero confiesa su incapacidad para dibujar mujeres y hombres hermosos.

Breccia no puede negar que tiene "cara de comic". ?l mismo ha trasladado los rasgos de su rostro para dibujar al anticuario Ezra Winston, en Mort Cinder. Para su personaje secundario quer¨ªa encontrar una cara que se moviera, y la m¨¢s cercana era la suya.