La congelaci¨®n de dep¨®sitos en d¨®lares convulsiona al mundo financiero argentino
Tras el hundimiento del Banco de Italia y R¨ªo de la Plata -intervenido por el Estado para su liquidaci¨®n-, una de las entidades financieras argentinas de mayor prestigio y motivo de orgullo para la important¨ªsima colectividad italiana del pa¨ªs, la congelaci¨®n de los dep¨®sitos en d¨®lares a tasa libre por 120 d¨ªas ha convulsionado al mercado financiero de Buenos Aires.
El Banco Central argentino ha ofrecido a los ahorradores en d¨®lares que "hac¨ªan trabajar su dinero deposit¨¢ndolo a plazo fijo y elevadas tasas de inter¨¦s", su restituci¨®n en bonos de 1984, con lo que perder¨¢n un 27% de sus imposiciones. Pese a la preocupaci¨®n reinante entre los ahorradores en moneda extranjera, se han mantenido los dep¨®sitos y s¨®lo una minor¨ªa ha optado por el cambio a la baja.Las autoridades econ¨®micas argentinas pretenden evitar con esta medida que contin¨²e la fuga de d¨®lares hacia Montevideo -la banca uruguaya paga el pasaje a¨¦reo de ida y vuelta a los inversores-, a m¨¢s de lograr un mayor control sobre las especulaciones fraudulentas de la banca comercial. El Banco de Italia se precipit¨® en el vac¨ªo cuando no pudo restituir sus dep¨®sitos en d¨®lares: los hab¨ªan cambiado en el mercado para pagar los pesos de redescuentos obligados al Banco Central argentino.
La necesidad de liquidez por parte de la banca y las empresas ha reavivado la pol¨¦mica sobre la inmoralidad de las altas tasas de inter¨¦s libre -sin garant¨ªa estatal- ofrecidas por los bancos: hasta el 33% mensual. Grandes y peque?os ahorradores, expertos en la bicicleta financiera, cambian sus pesos a d¨®lares y los hacen trabajar en este circuito inseguro pero r¨¢pida y milagrosamente rentable. El crack del Banco de Italia, incapaz de seguir pedaleando, ha llevado a la ruina a miles de ahorradores, todos ellos especuladores con la divisa estadounidense. Ya se tiene noticia de al menos el suicidio de un joven matrimonio (43 y 33 a?os) en La Plata, capital de Buenos Aires, desbordado por el naufragio del Italiano.
El Estado, necesitado de avivar el flujo de capitales al mercado financiero, ofrece una tasa regulada -y garantizada- de hasta el 30%. mensual, pero que s¨®lo cubre cantidades de hasta ocho millones de pesos argentinos (unos 12.500 d¨®lares estadounidenses).
La filosof¨ªa del Banco Central argentino, impulsada por el nuevo ministro de Econom¨ªa, Juan Sourrouille, un t¨¦cnico no partidario, reside en dejar caer las entidades financieras edificadas sobre la mera especulaci¨®n monetaria, como m¨¦todo doloroso, pero necesario, para sanear y recuperar credibilidad en La Plata. La r¨¦plica de los financieros se basa en la desconfianza que los depositantes generar¨¢n tras la liquidaci¨®n del Italiano y la congelaci¨®n temporal de dep¨®sitos e intereses en d¨®lares por 120 d¨ªas. El Gobierno argumenta, razonadamente, que no tiene por qu¨¦ acudir en socorro de este mercado que s¨®lo genera intereses particulares y que no revierte para nada en la creaci¨®n de riqueza p¨²blica estable.
Dep¨®sitos en Nueva York
No obstante, la picaresca city porte?a ha resuelto las dudas y desconfianzas de la especulaci¨®n ofreciendo dep¨®sitos en d¨®lares en la banca neoyorquina, pero por un monto no inferior a los 20.000 d¨®lares. En los corros financieros de Buenos Aires se formaron las tradicionales vaquitas (concentraci¨®n de vacas, concentraci¨®n de ahorradores en d¨®lares) para juntar entre varios los 20.000 d¨®lares, m¨ªnimo que puede ser depositado a plazo fijo en Nueva York.Sin embargo, y pese a las airadas protestas de los patrocinadores del liberalismo econ¨®mico salvaje, el mercado financiero y la tranquilidad de los ahorradores -salvo los aplastados por el hundimiento del Banco Italiano- no se han alterado en demas¨ªa. Todos saben que las nuevas medidas saneadoras del Gobierno apuntan a un mejor acatamiento de las normas acordadas con el Fondo Monetario Internacional para la renegociaci¨®n de la deuda externa del pa¨ªs. El deliberado cruzamiento de brazos ante la ca¨ªda del Banco Italiano, la congelaci¨®n temporal de los dep¨®sitos en d¨®lares, la trabajosa y paulatina aproximaci¨®n de los valores del d¨®lar oficial y d¨®lar marginal, libre o negro, forman parte de la necesaria cirug¨ªa de caballo que precisa la econom¨ªa argentina.
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