El proyecto Vega, ¨²nico ejemplo de cooperaci¨®n entre EE UU y la URSS

Las estaciones de seguimiento de misiones espaciales de la agencia espacial norteamericana (NASA) est¨¢n colaborando con el proyecto Vega, de exploraci¨®n de Venus y del cometa Halley, una idea predominantemente sovi¨¦tica en la que participa tambi¨¦n Francia. ?ste es el ¨²nico ejemplo actual de colaboraci¨®n en el campo espacial entre Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica, explica Richard M. Waetjen, representante de la NASA en Espa?a.La estaci¨®n espacial de Madrid, situada en Robledo de Chavela, es una de las instalaciones de este tipo que colaboran en el seguimiento de la misi¨®n transmitiendo los datos emitidos por las dos sondas no tripuladas lanzadas el pasado mes de diciembre por la Uni¨®n Sovi¨¦tica.

La estaci¨®n espacial de Madrid, instalaci¨®n conjunta hispano-norteamericana, est¨¢ destinada al seguimiento de misiones de exploraci¨®n del espacio lejano, y tambi¨¦n, recientemente, al seguimiento de vuelos orbitales. Waetjen, que lleva seis a?os en Espa?a, explica que se trata de una estaci¨®n muy importante en la red terrestre de la NASA y que "pensamos quedarnos hasta el a?o 2000 por lo menos".

La NASA es una macroorganizaci¨®n, explic¨® Waetjen en una conferencia celebrada en Madrid dentro de un ciclo organizado por la Asociaci¨®n Cultural Hispano Norteamericana, que tiene 10 instalaciones o institutos de investigaci¨®n importantes en Estados Unidos y una gran variedad de programas de investigaci¨®n.

Los vuelos espaciales del transbordador son seguidos desde los centros situados en Houston y Cabo Ca?averal. El programa cient¨ªfico y ahora tambi¨¦n los proyectos para la estaci¨®n espacial permanente se encuentran entre las actividades del Goddard Space Center y el Jet Propulsion Laboratory. Otras instalaciones son el Ames Research Center, donde se desarroll¨® el proyecto Pioneer de exploraci¨®n planetaria, el Dryden Flight Research Facility, que trata temas de aerodin¨¢mica y control Temoto, el Langley Research Center, con programas de acrodin¨¢mica, y donde se desarrollaron los programas Viking y Mercury; el Lewis Research Center y el Marshall Space Flight Center, que ahora lleva el telescopio espacial Hubble.

Waetjen destac¨® los proyectos actuales m¨¢s importantes de la NASA, entre ellos el transbordador espacial, en vuelos tripulados, y el programa Landsat de exploraci¨®n de recursos terrestres, en el que participan 10 pa¨ªses.

De los programas futuros, ya en preparaci¨®n, y dejando aparte el gran proyecto de estaci¨®n espacial permanente, Waetjen destac¨® el telescopio espacial Hubble, que ser¨¢ puesto en ¨®rbita el a?o pr¨®ximo, y el Oyses, un veh¨ªculo espacial que explorar¨¢ regiones fuera del plano ecl¨ªptico. Estos dos proyectos se realizan en colaboraci¨®n con la Agencia Espacial Europea (ESA). Otro proyecto importante en este campo es un laboratorio para la exploraci¨®n astron¨®mica en la regi¨®n del ultravioleta, en el que participan tambi¨¦n Australia y Canad¨¢.

Como soporte imprescindible para los vuelos en ¨®rbita terrestre est¨¢ el sistema de comunicaciones por sat¨¦lite TRDS, que estar¨¢ formado por tres grandes sat¨¦lites que permitir¨¢n una cobertura global. De estos sat¨¦lites, uno se encuentra ya en ¨®rbita. La estaci¨®n terrestre de este sistema est¨¢ situada en Nuevo M¨¦xico, y los sat¨¦lites estar¨¢n estacionados sobre el Ecuador.

Programas m¨¢s ambiciosos y menos definidos se refieren, por ejemplo, a la posibilidad de regresar a la Luna para establecer una planta de extracci¨®n de minerales. Habr¨ªa dos soluciones, la purificaci¨®n de productos en la misma superficie lunar o la simple extracci¨®n y el traslado a la Tierra de estos minerales. Otro proyecto que la NASA ha estudiado seriamente, pero que por razones econ¨®micas no se ha empezado a poner en pr¨¢ctica, es la situaci¨®n en el espacio de un sat¨¦lite colector de energ¨ªa solar, de un tama?o aproximado de un kil¨®metro por cinco kil¨®metros. La energ¨ªa se transmitir¨ªa a la Tierra por haces de microondas.