Los testimonios de torturas cometidas a inv¨¢lidos en el juicio contra los militares argentinos

En una de las m¨¢s breves jornadas de la vista oral del juicio contra las Juntas Militares, el pasado lunes se recabaron testimonios sobre el secuestro de obreros en la Mercedes-Benz argentina y sobre la desaparici¨®n y tortura de ciudadanos inv¨¢lidos.En agosto de 1977, fuerzas vestidas de civil secuestraron de sus domicilios en el Gran Buenos Aires a cinco operarios de la Mercedes-Benz, que hoy contin¨²an desaparecidos. D¨ªas despu¨¦s, otro grupo de tareas se person¨® en la factor¨ªa reclamando por el obrero H¨¦ctor Ratto. La direcci¨®n de la f¨¢brica, temiendo altercados en la planta, deneg¨® el acceso a los secuestradores por no exhibir credenciales policiales fiables. Inmediatamente llegaron tres camiones militares con 36 soldados uniformados al mando de un teniente primero que procedieron al arrpsto de Ratto, seg¨²n relat¨® ¨¦ste.

Tras permanecer varios d¨ªas en una comisar¨ªa capitalina, fue puesto formalmente en libertad sin cargos. En el mismo patio de la comisar¨ªa fue encapuchado por desconocidos y arrojado al piso de un autom¨®vil conducido por uno de los civiles que hab¨ªan intentado secuestrarle en su puesto de trabajo. Fue ingresado en un centro clandestino de detenci¨®n que identific¨® como Campo de Mayo, acantonamiento del I Cuerpo de Ej¨¦rcito argentino. Permaneci¨® desaparecido por m¨¢s de dos a?os, y en su chupadero vio a sus cinco compa?eros secuestrados. ?l mismo recibi¨® tortura por medios el¨¦ctricos, y el 31 de agosto de 1977, fue incluido en una lista de 30 personas que deb¨ªan ser trasladadas en un cami¨®n con destina incierto. En el ¨²ltimo momento, un oficial le tom¨® del brazo: "Vos te qued¨¢s".

Testificaron igualmente su calvario los padres y abuelos del matrimonio chileno formado por Jos¨¦ Poblete Roa -a quien le faltaban sus dos piernas- y su mujer, Gertrudis Hlaszick, tambi¨¦n minusv¨¢lida, y su hija de ocho meses, Claudia Victoria, desaparecidos los tres desde noviembre de 1978 y posteriormente vistos con vida por otros presos en los campos clandestinos Blanco y Olimpo. Este matrimonio, junto con otras parejas de invidentes, mutilados, paral¨ªticos, todos simpatizantes de la izquierda peronista, pero con esc asas facultades para la acci¨®n, fueron secuestrados, torturados y desaparecidos, seg¨²n testimonio de otros detenidos que regresaron con vida. El de los inv¨¢lidos.ha sido un paquete de testigos eficac¨ªsimo en la estrategia del fiscal.