El hombre de la maleta
El tratado dormir¨¢ en La Moncloa en la noche del mi¨¦rcoles al jueves. Y este texto es la pesadilla de un solo hombre, el hombre de la maleta (como le hubiera llamado Ionesco), cuyos ¨ªnimos movimientos estar¨¢n controlados.Se trata de Charles Goetz, administrador principal y responsable de la Oficina de los Tratados del Consejo d¨¦ Ministros de la CEE. En el avi¨®n de los servicios de la CEE viajar¨¢, pr¨¢cticamente sentado sobre el texto, de Bruselas a Lisboa, y de ah¨ª a Madrid. A su llegada al aeropuerto, un autom¨®vil con varios agentes de la seguridad espa?ola le trasladar¨¢ al Palacio de Oriente.
All¨ª estar¨¢ pegado durante toda la ceremonia de la firma a la mesa en la que se hayan depositado los textos. Luego, y siempre acompa?ado por agentes de la seguridad espa?ola, ir¨¢ con el texto al despacho donde se pondr¨¢n los sellos al tratado. De Palacio, el texto ir¨¢ a la caja fuerte de la Presidencia del Gobierno.A la ma?ana siguiente, Goetz ser¨¢ trasladado a Moncloa, donde recuperar¨¢ el documento, y de ,ah¨ª, a Barajas.
Esta vez se han hecho dos copias de lujo para evitar sustos. Cuando se firm¨® la adhesi¨®n de Grecia, de vuelta '¨¢e Atenas, en un cambio de aviones en Viena, el documento qued¨® extraviado durante unos tensos minutos.
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