El misterio de la pistola

Le gustaban las pel¨ªculas de risa, y las de pistoleros, pero ¨¦stas ya no resiste verlas porque el 25 de mayo, s¨¢bado, se encontr¨® con que la pantalla se le ven¨ªa encima mientras sonaban cuatro disparos. Murieron all¨ª, frente al n¨²mero 7 de la calle del Cid, los tres amigos que le acompa?aban: Antonio Francisco Maza, de 19 a?os; Andr¨¦s Peinado, de 21, y Jos¨¦ Antonio Medina, tambi¨¦n de 21, que falleci¨® en un hospital horas m¨¢s tarde. A Emilio Le¨®n no le hab¨ªa llegado el d¨ªa, pero despu¨¦s de ver delante a Javier Ruiz, de 15 a?os, con la pistola del 7,65 entre las manos y comprobar c¨®mo la montaba para volver a disparar, supo que s¨®lo le hab¨ªa salvado el que el cargador estuviera ya vac¨ªo.

ENVIADA ESPECIALEmilio Le¨®n, de 19 a?os, ya no sale a tomar el sol a una de las porter¨ªas de su calle, en el barrio perif¨¦rico alicantino de los Remedios, porque no le quedan ya ni ganas ni amigos. Tres han muerto, otros tres est¨¢n en la mili y dos m¨¢s siguen ahora estos ¨²ltimos pasos. Metido en su casa, con las persianas bajadas por el calor y la angustia, piensa en que seguir¨¢ trabajando con su padre en la imprenta, donde empez¨® hace tres a?os, cuando jugaba de portero en el Carolinas, un equipo de f¨²tbol de la Federaci¨®n Valenciana, o cuando tocaba el timbal en la banda de cornetas y tambores. Nunca sali¨® mucho del barrio. Nunca -recuerda- sali¨® fuera m¨¢s all¨¢ de un viaje a las fallas de Valencia. En m¨²sica le gustan los Chichos y los Chunguitos y prefiere dar una vuelta con los amigos a leer un libro.Aunque procede del barrio de Campoamor (viv¨ªa en Alf¨¦rez D¨ªaz Sanch¨ªs, 69), infinitamente m¨¢s acomodado que los Remedios, el destino ha querido que Javier Ruiz no se encuentre actualmente muy lejos de Emilio Le¨®n. El presunto, autor de los disparos que costaron la vida a los tres j¨®venes, estudiante de octavo de EGB en el colegio de los maristas, un centro de elite de Alicante al que, seg¨²n han dicho sus compa?eros en los peri¨®dicos, sol¨ªa llevar a veces la pistola, est¨¢ internado en el colegio Santa Faz, del Tribunal Tutelar de Menores, en direcci¨®n a los Remedios.

Seg¨²n el director del colegio Santa Faz, Jes¨²s Denia, Javier se ha adaptado bien al ambiente del centro. A principios de la pr¨®xima semana el colegio enviar¨¢ al juez de menores el informe que est¨¢n realizando sobre Javier Ruiz. Denia afirma que "Javier est¨¢ protegido por una ley de menores y ¨¦l no tiene la culpa de que exista esa ley. Al margen de que la tutela del Tribunal pueda llegar hasta los 18 a?os, me parecer¨ªa una aberraci¨®n tenerlo aqu¨ª metido hasta entonces -a ¨¦l o a cualquier chaval-, porque el planteamiento debe ser educativo, no represivo o carcelario".

Hacer justicia

"?Es verdad que no se puede hacer justicia?", pregunta el padre de Antonio Maza, un obrero de la construcci¨®n y en paro desde hace un a?o, a quien los abogados que representan a las familias de las v¨ªctimas ya han dicho que el autor de las muertes de sus hijos es un menor y no tiene responsabilidad penal. "Para matar a tres ha sido hombre, y para pagar...", comenta Anita, su mujer. Antonio y Anita fueron porteros durante 10 a?os de la finca de la calle General Marv¨¢, 7, donde viv¨ªa una t¨ªa carnal del presunto homicida, y muestran una medalla de oro con dos angelotes y unas iniciales que le regal¨® ¨¦sta, do?a Mari Luz, a su hijo cuando naci¨®. "Llam¨¦ a la hermana del padre del criminal y se lo dije: 'Do?a Mari Luz, su sobrino ha matado a mi hijo".Del curso de las investigaciones sobre los hechos sigue interesando especialmente a la acusaci¨®n particular el origen de la pistola con la que Javier Ruiz mat¨® a Antonio Francisco Maza, Andr¨¦s Peinado y a Jos¨¦ Antonio Medina. Pertenec¨ªa al padre del presunto autor de los disparos, Luis Mar¨ªa Ruiz de Alarc¨¢n, quien declar¨® que tras desmontarla la hab¨ªa hecho desaparecer cerca de la sierra de Aitana. La polic¨ªa tard¨® dos d¨ªas en encontrarla. Luis Mar¨ªa Ruiz de Alarc¨¢n carece de licencia, por lo que el juez instructor abri¨® un segundo sumario por presunta tenencia il¨ªcita de armas.

El due?o de la pistola, del calibre 7.65, utilizada en ocasiones por polic¨ªas, guardias civiles y miembros del Ej¨¦rcito (el comisario de Alicante manifest¨® en una conferencia de prensa que ¨¦l mismo ten¨ªa una como ¨¦sta), declara en el sumario que se la compr¨® "a un desconocido" en Benidorm, en octubre o noviembre de 1979, "pensando s¨®lo en su defensa, por su trabajo oficial y por otro de colaboraci¨®n que realiza en una gestor¨ªa de Benidorm", a donde, sigue diciendo, suele llevar fondos. El hecho de que un administrativo de Hacienda necesite pistola "por su trabajo oficial" ha llamado la atenci¨®n de los abogados de las familias de las v¨ªctimas, Antonio Fern¨¢ndez Molt¨® y Vicente Gisbert, quienes tambi¨¦n se?alan la circunstancia de que la polic¨ªa no encontrara la pistola el primer d¨ªa, cuando acudi¨® a donde dijo haberla tirado su propietario en compa?¨ªa de ¨¦ste, y la localizara en un segundo desplazamiento al lugar con ayuda de un detector de metales. A juicio de los letrados, que ven varias contradicciones en las declaraciones del sumario, esta circunstancia podr¨ªa plantear el interrogante de si fue realmente Luis Mar¨ªa Ruiz de Alarc¨¢n quien se deshizo del arma.

El juez Garc¨ªa Villalba, sin embargo, parece no compartir estas dudas y adem¨¢s afirma que "el origen de la pistola va a ser imposible de averiguar, porque, aunque tiene la numeraci¨®n completa, la Guardia Civil dice que no consta en el registro".

Tampoco cree el instructor del sumario que Javier Ruiz hubiera hecho pr¨¢cticas de tiro con el arma homicida (el autor de los diparos dijo que con anterioridad a los hechos s¨®lo dispar¨® tres balas en el castillo de Alicante con el mismo arma) "porque el padre declara que compr¨® la pistola con un solo cargador, y ¨¦ste tiene siete balas. Luego ¨¦l no la hab¨ªa utilizado y el chico poco entrenamiento pod¨ªa haber hecho con esa pistola". El juez no entra a considerar si a ese arma pudo compr¨¢rsele munici¨®n en alguna ocasi¨®n.

Un portavoz muy peculiar

Muy pr¨®ximo a la familia, con la cercan¨ªa que da la vecindad de escalera y la amistad de toda la vida, ha estado y est¨¢ Jos¨¦ Torrecillas, ex jefe del Servicio de Informaci¨®n de la Guardia Civil, quien tras 32 a?os en el cuerpo sali¨® de ¨¦ste "como teniente; bueno, como capit¨¢n honorario", y quien a la pregunta de si su salida fue o no por la puerta grande dice que se march¨® de forma voluntaria. "Hay preguntas a las que contesto y otras a las que respondo con evasivas. Si me pregunta por mi historial, aver¨ªg¨¹elo usted", a?ade.Jos¨¦ Torrecillas, que en los primeros d¨ªas despu¨¦s de los hechos fue autorizado por la familia Ruiz a actuar como su portavoz, era muy amigo de Javier, el menor de los cinco hijos, al que se llev¨® en varias ocasiones a su casa de Mallorca para pasar las vacaciones.

Torrecillas va habitualmente acompa?ado de un fornido colaborador llamado Juan, que se dirige a ¨¦l con el vocativo de "jefe". El ex guardia civil niega "rotundamente tener conocin¨²ento del origen de la pistola ni haber tocado jam¨¢s ese arma con el ni?o", y eso que "mis propios hermanos me dec¨ªan: 'Oye, nene, no habr¨¢s tenido t¨² que ver con la pistola...".

Sobre si cree que Javier Ruiz se hab¨ªa entrenado antes en el uso de armas dice que "a mi juicio nadie puede certificar una cosa de ¨¦sas. Creo, ?eh?". Adem¨¢s, el ex guardia civil no tiene miedo a que la justicia pudiera pedirle explicaciones de tipo alguno: "Mi conciencia est¨¢ muy tranquila. No tengo m¨¢s implicaci¨®n en este caso que el haber sido portavoz de la familia durante unos d¨ªas, porque ya no lo soy".