Guerra y Rodr¨ªguez de la Borbolla rompen su negociacion para un acuerdo en el PSOE andaluz

La posibilidad de acuerdo entre los partidarios de Alfonso Guerra, vicesecretario general del PSOE, y de Jos¨¦ Rodr¨ªguez de la Borbolla, secretario regional del partido en Andaluc¨ªa y presidente auton¨®mico, qued¨® rota de forma casi definitiva el pasado domingo. El motivo fue la imposibilidad de Rodr¨ªguez de la Borbolla de ofrecer garant¨ªas suficientes de que Jos¨¦ Caballos, secretario provincial de Sevilla y hombre de confianza suyo, dejar¨¢ su puesto dentro de cinco meses, condici¨®n ¨¦sta que figuraba en el pacto.

La aproximaci¨®n entre los sectores guerrista y pepotista -a Rodr¨ªguez de la Borbolla se lo conoce familiarmente por Pepote-, iniciada a ra¨ªz de la suspensi¨®n del congreso provincial de M¨¢laga, queda as¨ª bruscamente frenada. El pacto a que hab¨ªan llegado ambas partes, tras laboriosas conversaciones en las que han figurado como actores principales Rodr¨ªguez de la Borbolla y Luis Y¨¢?ez (ex presidente del PSOE andaluz), ten¨ªa una de sus bases fundamentales en el secreto. De hecho, Rodr¨ªguez de la Borbolla hab¨ªa anunciado que si el acuerdo se filtraba a la Prensa quedar¨ªa roto.

Ca¨ªda menos brusca

El pacto pasaba por la inclusi¨®n inmediata en la ejecutiva principal de cinco guerristas: uno en la presidencia, otro en la vicesecretar¨ªa general y tres en otras tantas secretar¨ªas importantes. Jos¨¦ Caballos seguir¨ªa en la secretar¨ªa general hasta dentro de cinco meses, plazo de tiempo al t¨¦rmino del cual se celebrar¨ªa un congreso extraordinario al que se llegar¨ªa con el acuerdo general de que Jos¨¦ Caballos abandonase la secretar¨ªa. De esta forma, su ca¨ªda era menos brusca, se dilataba en el tiempo y Rodr¨ªguez ,de la Borbolla no quedaba desairado. De ah¨ª la importancia de mantener este acuerdo en secretoPor otra parte, durante estas negociaciones los partidarios del presidente auton¨®mico han aceptado la creaci¨®n de una ggstora para resolver la crisis malague?a.

Pero el acuerdo establecido en Sevilla qued¨® bruscamente roto el domingo tras una conversaci¨®n entre Alfonso Guerra y Rodr¨ªguez de la Borbolla.

A aqu¨¦l no le parecieron suficientes las garant¨ªas que ¨¦ste le ofrec¨ªa de que Jos¨¦ Caballos se marchar¨ªa dentro de cinco meses sin plantear batalla, y as¨ª la aproximaci¨®n iniciada a ra¨ªz del fallido congreso de M¨¢laga, cuyo estruendoso fracaso hizo reflexionar a ambas partes sobre la necesidad de resolver las diferencias, queda abruptamente rota.

As¨ª las cosas, de nuevo se dibuja como ¨²nica salida un congreso extraordinario, que deber¨¢ ser forzado por los guerristas mediante la solicitud por parte de agrupaciones que representen al 51 % de los militantes de la provincia.

Al congreso se ir¨ªa en guerra abierta, sin otro punto de discusi¨®n que el relevo en la secretar¨ªa provincial, y en ¨¦l los delegados ser¨¢n obligados a escoger entre su fidelidad a Alfonso Guerra o a Rodr¨ªguez de la Borbolla, elecci¨®n que una gran mayor¨ªa no desear¨ªa realizar. Tampoco es descartable que el propio Jos¨¦ Caballos convoque desde la ejecutiva el congreso extraordinario, con la idea de que por esta v¨ªa tendr¨ªa m¨¢s f¨¢cil la victoria.