El v¨ªdeo comunitario defrauda 1.400 millones al a?o

La emisi¨®n de pel¨ªculas a trav¨¦s del llamado v¨ªdeo comunitario supone en Espa?a una defraudaci¨®n de la propiedad intelectual de unos 1.400 millones de pesetas anuales, seg¨²n estimaciones de la Federaci¨®n Antipirater¨ªa (FAP).La FAP, en un informe enviado a Efe, se?ala que en Espa?a act¨²an alrededor de 500 v¨ªdeos comunitarios, y su actividad constituye un nuevo tipo de econom¨ªa sumergida "incontrolada y favorecida por la inhibici¨®n de la Administraci¨®n y un vac¨ªo legal que regule estas iniciativas".

Por ello considera urgente la redacci¨®n de una normativa que controle las actividades del v¨ªdeo comunitario, hoy ilegales. La FAP est¨¢ realizando un estudio sobre este tipo de pirater¨ªa, cuyos resultados ser¨¢n entregados a la comisi¨®n interministerial que estudia la elaboraci¨®n de un real decreto para regular estas emisiones.

El v¨ªdeo comunitario, en opini¨®n de la FAP, representa actualmente "una grave competencia desleal para los sectores videogr¨¢fico y cinematogr¨¢fico, una constante defraudaci¨®n de la propiedad intelectual y una evidente evasi¨®n fiscal".

"Por otro lado, y en opini¨®n de los expertos", a?ade, "el grave descenso de espectadores de cine, que en 1984 ha pasado de 140 millones a 120 millones de personas, y el cierre de m¨¢s de 500 salas de exhibici¨®n el mismo a?o, ha sido causado en gran medida por la explotaci¨®n de la obra cinematogr¨¢fica de forma incontrolada".

La defraudaci¨®n de la propiedad intelectual, dice la federaci¨®n, es continua, desde el momento en que el v¨ªdeo comunitario explota una casete cuyo alquiler s¨®lo da derecho a verla en una casa.

La explotaci¨®n del v¨ªdeo en comunidad apareci¨® por primera vez en Barcelona, en 1981.

La firma denominada Televecino Club inici¨® la instalaci¨®n de equipos para dar servicio de imagen a distintas comunidades, programando diversas pel¨ªculas desde un magnetoscopio conectado a la antena colectiva. A partir de ah¨ª se inici¨® el fen¨®meno del v¨ªdeo comunitario, que en 1984 alcanz¨® un auge preocupante para el sector.

Recientemente, se orden¨® el cierre de la emisora de televisi¨®n privada Valvipri, en Valencia, que emit¨ªa pel¨ªculas alquiladas en videoclubes con una cobertura que llegaba a 1.500.000 personas.