La Unesco aprueba un presupuesto para 1986-1987
El Consejo Ejecutivo de la Unesco, reunido durante siete semanas en Par¨ªs, logr¨® aprobar finalmente por consenso un proyecto de presupuesto para 1986-1987. La resoluci¨®n final incorpora alguna de las cr¨ªticas formuladas por los pa¨ªses occidentales, pero no ser¨¢ suficiente para volver a atraer a Estados Unidos, que abandon¨® la organizaci¨®n el 1 de enero de este a?o alegando la mala gesti¨®n del director general, el senegal¨¦s Amadou M'Bow, y la excesiva politizaci¨®n de la organizaci¨®n.. El Reino Unido y Singapur, que han presentado tambi¨¦n aviso de retirada, mantuvieron sus objeciones, aunque no rompieron el consenso.Los trabajos del Consejo Ejecutivo revest¨ªan una gran importancia, porque la Unesco atraviesa desde hace poco m¨¢s de un a?o una fuerte crisis, debida a las distintas concepciones que tienen los pa¨ªses occidentales y los del Tercer Mundo sobre su funcionamiento y objetivos. Las cr¨ªticas de Estados Unidos son compartidas de buen grado por la Rep¨²blica Federal de Alemania, Jap¨®n o B¨¦lgica, aunque estos pa¨ªses parecen pensar que todav¨ªa es posible corregir los defectos desde dentro, si n comprometer definitivamente el futuro de la Unesco.
El consejo se centr¨®, fundamentalmente, en la adecuaci¨®n de los distintos programas al nuevo presupuesto. La retirada de Estados Unidos, que aportaba el 25% de los fondos de la organizaci¨®n, obliga a reducir el presupuesto para el bienio 1986-1987 de 363 millones de d¨®lares (unos 62.000 millones de pesetas) a s¨®lo 278 millones (unos 50.000 millones de pesetas).
La discusi¨®n ten¨ªa un fuerte fondo pol¨ªtico: los occidentales deseaban que la mayor parte de los fondos fueran a parar a los programas menos politizados, mientras que el bloque sovi¨¦tico y algunos pa¨ªses del Tercer Mundo defend¨ªan el esquema de prioridades que ha estado vigente hasta ahora.
Finalmente, unos y otros lograron un fr¨¢gil consenso, que no sacar¨¢ a la Unesco de la crisis, pero que ayudar¨¢ a calmar los ¨¢nimos hasta la conferencia general de la organizaci¨®n, prevista para el pr¨®ximo mes de octubre en Sof¨ªa (Bulgaria). De lo que suceda en dicha conferencia depender¨¢, probablemente, que el Reino Unido cumpla su amenaza de retirarse.
El Consejo Ejecutivo no trat¨® en absoluto de una eventual dimisi¨®n de M'Bow, cuyo mandato, de siete a?os, no finaliza hasta 1987. Algunas delegaciones, entre ellas la espa?ola, estiman que no se puede poner en duda la constitucionalidad del mandato de M'Bow y que hay que esperar a que lo agote.
Programas conflictivos
Durante los debates del consejo se comprob¨® que los tres programa m¨¢s conflictivos siguen siendo los relativos a Comunicaci¨®n al servicio del hombre, Lucha contra el racismo y el 'apartheid' y Educaci¨®n para la paz, el desarme y los derechos de los pueblos. En el primer cap¨ªtulo, que incluye el pol¨¦mico nuevo orden mundial de la informaci¨®n, se logr¨® un moment¨¢neo consenso, insistiendo sobre los aspectos m¨¢s t¨¦cnicos y aparcando los m¨¢s conflictivos. Curiosamente, el bloque sovi¨¦tico no se mostr¨® satisfecho de los fondos y prioridades atribuidos a estos tres cap¨ªtulos."Creo que ha existido un esfuerzo por parte de todos para acomodarnos al nuevo presupuesto y dar pruebas de un deseo de di¨¢logo y compromiso", explic¨® el nuevo embajador espa?ol, Miguel ?ngel Carriedo. Los pa¨ªses del Tercer Mundo y el secretario de la Unesco, por ejemplo, abandonaron por el momento el proyecto de demandar a Estados Unidos ante el Tribunal Internacional de La Haya para obligarle a pagar la contribuci¨®n de 1985, que Washington se niega a entregar.
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