Las ra¨ªces del fanatismo
Un coche bomba vol¨® la Embajada de Estados Unidos en Beirut. Otro coche con bombas arras¨® los edificios de la Marina en las afueras de Beirut. (...) Despu¨¦s de cada uno de estos actos terroristas y otros muchos, suena el tel¨¦fono en una agencia de noticias en el Oriente Pr¨®ximo, y el interlocutor an¨®nimo afirma que la responsabilidad de la matanza es de la Jihad Isl¨¢mica. Invisible, desconocida, aparentemente imparable, la Jihad Isl¨¢mica puede que no exista, puede que sea solamente el nombre de cobertura para una confederaci¨®n de shi¨ªes musulmanes fan¨¢ticos, o puede ser el nombre en c¨®digo para una campa?a coordinada por el ayatollah Jomeini de Ir¨¢n. El Gobierno de Ir¨¢n manifestaba simpat¨ªa por los objetivos de estos extremistas, pero ha negado que los abastezca o controle. El consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Robert McFarlane, insiste en una declaraci¨®n del pasado mes de marzo: hay evidencias suficientes para pensar que los terroristas shi¨ªes est¨¢n dir¨ªgidos por los iran¨ªes, y tenemos a Ir¨¢n como responsable de los ataques contra los ciudadanos de Estados Unidos.Jihad significa guerra santa, y en el credo shi¨ª, morir en una guerra santa es un martirio, y significa garant¨ªzarse una plaza en el cielo.
Las ra¨ªces del resentimiento se han enconado desde la separaci¨®n de los shi¨ªes de los musulmanes surinistas en el siglo VII. De los 750 millones de musulmanes, menos del 20% son shi¨ªes; 42 millones de ellos est¨¢n en Ir¨¢n y constituyen el 92% de la poblaci¨®n.
24 de junio
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