Pertini se muestra satisfecho por la elecci¨®n de Cossiga como presidente de Italia

"Si hubiese podido nombrar yo a mi sucesor, hubiese escogido a Francesco Cossiga", ha dicho Sandro Pertini a los periodistas que le preguntaban si estaba contento con -el resultado de la elecci¨®n celebrada el pasado lunes. Por su parte, el nuevo presidente ha afirmado que Pertini es "irrepetible". A las 24 horas de su nombramiento, Cossiga ha demostrado que quiere de alg¨²n modo seguir las huellas, de una presidencia que ha dado tanto prestigio a la Rep¨²blica.

En su primer discurso, el nuevo presidente, dentro del estilo de Pertini, se ha dirigido "a la gente com¨²n, a la que trabaja en cualquier ¨¢mbito: en la f¨¢brica, en la investigaci¨®n en el campo, en las oficinas, a los que ense?an y estudian en la Universidad y en las escuelas, a quien sufre o cuida el sufrimiento de los otros en los hospitales, a quien padece la desocupaci¨®n, la marginaci¨®n y la c¨¢rce Y, por ¨²ltimo, "a cuantos rezan en las iglesias".El primer acto p¨²blico del nuevo presidente fue, en la ma?ana de ayer, irse a rezar sobre la tumba de su amigo Aldo Moro, asesinado por las Brigadas Rojas cuando Cossiga era ministro del Interior.

El presidente electo se reuni¨® ayer con los dirigentes de su partido, la Democracia Cristiana (DC), y les comunic¨® su decisi¨®n de darse de baja como miembro del mismo durante los siete a?os que dure su mandato. Cossiga manifest¨® que su decisi¨®n no significa que renuncie a los valores de la DC. Esta iniciativa s¨®lo cuenta con un precedente en la historia italiana, el del presidente liberal Luigi Einaudi. Ni siquiera el ya m¨ªtico Sandro Perti ni dio ese paso.

Cossiga ha pedido a Antonio Maecanico, republicano, que contin¨²e en la sede de la presidencia, el Quirinal, como secretario general de la presidencia de la Rep¨²blica, el cargo m¨¢s importante del Quirinal despu¨¦s del presidente. Maccanico ha sido en estos siete a?os el brazo derecho de Pertini, encargado adem¨¢s de defender su imagen.

?ltimamente se le hab¨ªa incluso atribuido la responsabilidad de haber decidido la gracia concedida a una terrorista hijastra del director de L'Unita, el diario comunista. Ante los ataques de la Prensa a Pertini, Maccanico confes¨® que la culpa hab¨ªa sido suya por no haber informado al anciano presidente que se trataba de una ex terrorista.

Cossiga ha anunciado que su esposa, Giuseppina, como la de Pertini, no ir¨¢ a vivir al Quiririal. Se trata de una mujer que siempre ha vivido en la sombra.