Detenido un empleado que intent¨® extorsionar a su patr¨®n en nombre de un grupo armado
Un hombre de 28 a?os ha sido puesto a disposici¨®n judicial como presunto autor de amenazas de muerte al empresario para el que trabajaba. El detenido, que envi¨® mensajes amenazantes firmados por un supuesto grupo terrorista que llam¨® G. A. M. (Grupo Armado Mundial), exigi¨® la cantidad de cinco millones de pesetas, seg¨²n inform¨® ayer la polic¨ªa.El nombre del presunto extorsionador corresponde a las iniciales M. S. H. Es soltero, carec¨ªa de antecedentes y trabajaba desde hac¨ªa 11 a?os como mozo de taller en la peque?a empresa de manufacturas met¨¢licas de cuyo propietario pretendi¨® obtener mediante chantaje una importante cantidad de dinero.
El pasado 31 de mayo, el industrial recibi¨® en su domicilio una carta an¨®nima firmada por el imaginario Grupo Armado Mundial. El texto, escrito a mano, con bol¨ªgrafo y en letras may¨²sculas, exig¨ªa la entrega de cinco millones de pesetas bajo amenazas de muerte contra un miembro de la familia del empresario que no especificaba. Una semana despu¨¦s, el empresario recibi¨® otra carta semejante.
El pasado s¨¢bado, la v¨ªctima del chantaje recibi¨® una llamada telef¨®nica en su domicilio en la que se le comunicaba que deber¨ªa depositar los cinco millones en una cabina telef¨®nica situada en la confluencia de las calles Jorge Manrique y Vitruvio, de Madrid. A la hora fijada, las 6 de la tarde, inspectores de la Brigada Regional de Polic¨ªa Judicial vigilaban los alrededores.
El industrial acudi¨® a la cita y dej¨® en la cabina la caja que supuestamente conten¨ªa el dinero. A unos 100 metros de distancia, los polic¨ªas detectaron la presencia de un hombre en actitud vigilante que intentaba ocultarse de la vista del amenazado empresario.
El sospechoso fue cacheado por los funcionarios, que le encontraron un machete y una nota manuscrita con la firma G. A. M. e instrucciones para el dep¨®sito de los cinco millones en otro lugar diferente. En las dependencias policiales, M. S. H. reconoci¨® ser el ¨²nico autor de la frustrada extorsi¨®n. Dijo que necesitaba dinero y que hace unos cuatro meses se le ocurri¨® la idea de obtenerlo de su jefe por el procedimiento descrito. Revis¨® las facturaciones de la empresa durante un par de semanas y dedujo que cinco millones era una cifra razonable.
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