Los defectos de EL PA?S
Rebasado el tope 3.000 del peri¨®dico por usted dirigido, uno, como lector del mismo, quiere permitirse el lujo de llamar su atenci¨®n, modestamente, claro est¨¢. Creo, desde mi perspectiva, que si bien EL PA?S es un digno diario, o un diario digno, tanto monta monta tanto, adolece b¨¢sicamente de tres defectos.En primer lugar, distribuci¨®n absolutamente ¨ªnfima si comparamos los niveles de recepci¨®n del por ejemplo, un quiosco de Vallecas barrio con los de idem eadem idem del Boulevard Saint Michel de Par¨ªs. El que suscribe, vallecano por m¨¢s se?as, tuvo que esperar el mismo d¨ªa de la huelga general pasada tiempo lo suficientemente extenso como para rogarle, se?or Cebri¨¢n, que ampl¨ªe un poquico m¨¢s su red paisina, pero no mirando a donde usted ya conoce, sino hacia la clase trabajadora.
En segundo lugar, y al margen t¨®picos, sus p¨¢ginas deportivas y culturales y de Econom¨ªa y Trabajo son pobretas, en t¨¦rminos subculturales. A nosotros, trabajadores de Vallecas, s¨®lo nos importa un hecho: barrer del mapa vallecano esa plaga hisp¨¢nica per se de los a?os ochenta, usted la conoce. Pero su peri¨®dico no ofrece soluciones y estamos hartos de palabras y de ideas. Saciar el hambre y la sed primero, y despu¨¦s hablemos de cultura.
Por ¨²ltimo, la visi¨®n de sus corresponsales extranjeros s¨®lo nos trae desasosiego. El mundo de puertas afuera no es as¨ª, como nos lo describe, por ejemplo, Arias desde Roma. En Roma est¨¢ Pertini y de ¨¦l s¨®lo nos cuentan an¨¦cdotas. Tambi¨¦n Wojtyla, Papa por m¨¢s se?as, y ?de ¨¦l qu¨¦ pensamos? Por favor, un poco menos de desesperanza y un mucho m¨¢s de ¨¦lan vital. No queremos encontrar la infelicidad leyendo. Sino la alegr¨ªa de vivir y el sentimiento inunamuniano de la vida. E inventar con ellos, juntos, solidariamente, una Europa m¨¢s noble y generosa.-
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