Ideas liebres
Sobre los solteros de Plan no estaba todo dicho. Faltaba precisamente un reportaje como el que TVE emiti¨® el pasado lunes. La apuesta del equipo de Vivir cada d¨ªa era m¨¢s que dif¨ªcil porque pocas noticias han estado estos ¨²ltimos tiempos sometidas a un bombardeo period¨ªstico de tal intensidad y calibre. Hasta las m¨¢s potentes cadenas de las televisiones norteamericanas desplazaron su artiller¨ªa pesada al peque?o pueblo aragon¨¦s cuando la caravana de mujeres inici¨® su marcha por las sendas del Pirineo. De entrada, otro ejercicio televisivo sobre los solteros de Plan-cuando a¨²n estaba tan reciente la avalancha multimedi¨¢tica y multinacional no era el m¨¢s apetecible de los programas para la muy espa?oleadora noche del lunes.El documental de Vivir cada d¨ªa ha demostrado algo elemental: que en Televisi¨®n una buena idea volando en la cabeza del guionista vale m¨¢s que un presupuesto millonario en mano y que un reparto de lujo mariposeando por el escenario hablando como los cl¨¢sicos decimon¨®nicos. Una idea, encima, que sencillamente consisti¨® en recrear otra vez m¨¢s la mejor idea (acaso la ¨²nica que merece tal calificativo) del cine espa?ol en toda su historia, la que origin¨® esa excepci¨®n llamada Bienvenio, Mr. Marshall.
Con cuatro duros, un equipo reducido, gui¨®n de compromiso, en un tiempo r¨¦cord y sin alardes de realizaci¨®n, Pu¨¦rtolas y sus muchachos le han dado la vuelta ir¨®nica a la sobada noticia de Plan y nos han hecho pasar frente a la pantalla del cuarto de bostezar un rato divertido, acontecimiento a¨²n m¨¢s ins¨®lito que el de ese pelot¨®n de machos aragoneses obsesionados por el ligue legal. Lo que el equipo de Vivir cada d¨ªa ha demostrado (y no ¨²nicamente en esta ocasi¨®n) no s¨®lo es su pericia para suplir con imaginaci¨®n la falta de medios; ha evidenciado la escandalosa falta de ideas en TVE. Lo que el lunes llam¨® la atenci¨®n fue sencillamente eso, que all¨ª, articulando el reportaje, paseando por la pantalla, hab¨ªa ese bicho raro, no protegido y en riesgo de extinci¨®n, llamado idea liebre.
La semana anterior hab¨ªa descubierto yo el mismo rastro inconfundible en otro programa. No era de TVE, sino de la TV-3 catalana. Me refiero al antitelediario que todas las semanas hacen Romeu, Perich y Tom en medio de un concurso titulado Tres i l'astroleg. Tambi¨¦n sin un duro, hu¨¦rfanos de medios t¨¦cnicos, en lucha permanente contra el viento burocr¨¢tico y la marea administrativa, los tipos han logrado no s¨®lo una parodia corrosiva de los telediarios, tambi¨¦n una disolvente vuelta del rev¨¦s del discurso informativo dominante. No quiero imaginar lo que el Perich, el Tom y el Romeu podr¨ªan hacer si TVE, por ejemplo, pusiera a su disposici¨®n la mitad de la mitad de los dineros que utiliza Pedro Ruiz para el mismo empe?o. Lo que se trata es de dar liebre por gato.
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