Los 12 pa¨ªses de la CEE buscan un acuerdo sobre el futuro institucional, comercial y tecnol¨®gico de Europa
ANDR?S ORTEGA ,ENVIADO ESPECIAL, El Consejo Europeo de Jefes del Estado y de Gobierno de la CEE se re¨²ne hoy y ma?ana en Mil¨¢n, con la participaci¨®n por vez primera, como observadores, del presidente del Gobierno espa?ol, Felipe Gonz¨¢lez, y de su hom¨®logo portugu¨¦s, Mario Soares. Por primera vez se hablar¨¢ castellano y portugu¨¦s en una cumbre. Las estrellas de esta cumbre, donde se debate el futuro institucional, comercial y tecnol¨®gico de Europa, ser¨¢n, sin duda, la primera ministra brit¨¢nica, Margaret Thatcher -con propuestas concretas, aunque minimalistas, que tienen posibilidades de ¨¦xito-, y el presidente franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand, que espera lograr en Mil¨¢n un apoyo pol¨ªtico para su proyecto Eureka sobre nuevas tecnolog¨ªas. Mitterrand y el jefe del Gobierno de la RFA, Helmut Kohl, han acordado en v¨ªsperas de la cumbre proponer a sus hom¨®logos comunitarios un "proyecto de pacto sobre la Uni¨®n Europea".
El presidente de la reuni¨®n, el primer ministro italiano Bettino Craxi, ha decidido adelantar la hora de apertura de la cumbre a las 10.45 de hoy para poder as¨ª, tras el almuerzo, entrar en el coraz¨®n de los temas a discutir. Y parece, salvo sorpresas de ¨²ltima hora (como podr¨ªa ser la falta de acuerdo de la CEE sobre los autom¨®viles limpios) que por primera vez en muchos a?os una cumbre comunitaria no tendr¨¢ que dedicarse a solucionar temas urgentes pendientes, sino a discutir las grandes l¨ªneas del futuro.Thatcher juega con ventaja en esta cumbre. Londres ha sabido ocupar el terreno bald¨ªo que hab¨ªan dejado Par¨ªs y Bonn con su rec¨ªproca inactividad europea.
En la cuesti¨®n institucional, la propuesta brit¨¢nica apunta a una limitaci¨®n (pero no supresi¨®n) del recurso a la unanimidad para las tomas de decisiones en la CEE. Y desde luego no se trata de reformar el Tratado de Roma. Tampoco se trata de proseguir sobre la base del informe Dooge -que fue ultimado en marzo "y que ha quedado completamente sobrepasado por los acontecimientos", ni del proyecto de Tratado de Uni¨®n Europea del Parlamento de Estrasburgo.
Conferencia especial
Seg¨²n el citado diplom¨¢tico brit¨¢nico, ning¨²n Estado miembro ha. propuesto que todo sea decidido por mayor¨ªa ("ser¨ªa una propuesta completamente rid¨ªcula, y la situaci¨®n no mejorar¨ªa con ello"), ni que haya una codecisi¨®n entre el Consejo de Ministros de la CEE y el Parlamento Europeo (como propone el propio Parlamento). Los brit¨¢nicos quieren que el Parlamento sea consultado antes de que el Consejo decida, y no despu¨¦s, como es ahora el caso.
Londres tambi¨¦n es contrario a la convocatoria de una conferencia intergubernamental especial para discutir esto, conferencia que ya s¨®lo cuenta con el apoyo del Benelux y de Italia para llegar a un nuevo Tratado. Claro que, como ha dicho el titular de Exteriores italiano, Giulio Andreotti, "la decisi¨®n de hacer un nuevo tratado no se tiene que tomar necesariamente por unanimidad, mientras que la decisi¨®n de enmendar el tratado existente exige una decisi¨®n un¨¢nime".
Londres ha presentado incluso su proyecto de conclusiones de la cumbre de Mil¨¢n, en el que se?ala que cada a?o el Consejo Europeo adoptar¨¢ una breve declaraci¨®n sobre las prioridades de la CEE para los 12 meses siguientes, con plazos y objetivos espec¨ªficos. En una Comunidad ampliada, se tendr¨¢ que recurrir m¨¢s a las disposiciones del tratado sobre el voto por mayor¨ªa. Y si para las cosas en que el tratado exige unanimidad los Estados aceptan hacer un mayor uso de la abstenci¨®n.
Londres insiste en que la m¨¢s alta prioridad de la CEE es ahora el completar su mercado interior el convertirse en un aut¨¦ntico Mercado Com¨²n de bienes y servicios. Sin ir por ello a una armonizaci¨®n a la fuerza de los impuestos indirectos, ya que "el mercado se encargar¨¢ de ello". Londres no propone tampoco -en contra de la Comisi¨®n Europea- suprimir todas las fronteras internas de la CEE para 1992. Londres, naturalmente defendiendo sus intereses, propone pasos menos ambiciosos.
En el terreno tecnol¨®gico, es Francia quien lleva la voz cantante. El ministro de Asuntos Exteriores franc¨¦s, Roland Dumas, ha escrito a sus colegas de los doce una nueva carta -dos meses despu¨¦s de la primera- sobre el programa Eureka (un programa "aut¨¦nticamente europeo") en la que recoge "la buena acogida" que ha tenido por ahora.
Eureka se centrar¨ªa en proyectos concretos, y sus modalidades se establecer¨ªan caso por caso. Cada pa¨ªs podr¨ªa modular su participaci¨®n seg¨²n cada proyecto. Eureka asegura as¨ª, seg¨²n Dumas "una v¨ªa pragm¨¢tica". Cita como ejemplos de los primeros programas los grandes ordenadores, los microprocesadores, los l¨¢ser y la rob¨®tica". E insiste en su aplicaci¨®n comercial.
Apoyo al plan Eureka
Francia espera el apoyo pol¨ªtico de la cumbre de Mil¨¢n a Eureka. Londres tambi¨¦n se opone totalmente a aumentar los fondos de la CEE para provocar este despegue tecnol¨®gico, pues el problema de Europa en este campo no est¨¢ en la falta de investigaci¨®n, ciencia o inversiones, sino en la carencia de un verdadero mercado interior para los nuevos productos. "La prioridad en este campo vuelve a ser la de romper las barreras internas, creando un ¨²nico mercado interior" dice un alto diplom¨¢tico brit¨¢nico.
En cuanto a la cooperaci¨®n pol¨ªtica -proceso informal mediante el cual los diez se consultan para adoptar posiciones comunes respecto a problemas internacionales e intentar coordinar su pol¨ªtica exterior-, Londres ha presentado un texto concreto de acuerdo formal por el cual los diez -o doce- se comprometer¨ªan a consultarse antes de tomar grandes iniciativas de pol¨ªtica exterior. Se crear¨ªa as¨ª un peque?o secretariado permanente a las ¨®rdenes de la presidencia de turno para asegurar esta coordinaci¨®n. En este contexto, la cumbre de Mil¨¢n posiblemente tome postura sobre el terrorismo internacional (a la luz del desastre del vuelo de Air India y del secuestro del avi¨®n de la TWA) y sobre la situaci¨®n en el Oriente Pr¨®ximo. Tambi¨¦n se discutir¨¢ sobre el hambre en el mundo y la pol¨ªtica de ayuda al desarrollo.
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