Tierno declara que se presentar¨¢ a la reelecci¨®n en 1987 si el partido socialista le permite encabezar su candidatura
SOL FUERTES, El alcalde de Madrid, Enrique Tierno, se presentar¨¢ a la reelecci¨®n en 1987, seg¨²n declar¨® ayer a EL PAIS a su regreso de Lisboa, donde el jueves recibi¨® la medalla de oro de la ciudad y la Gran Cruz de la Orden de Christo. "Si el PSOE me permite que encabece la lista y si gozo de la misma buena salud que tengo ahora", precis¨®. Tierno a?adi¨® que le gusta ser alcalde y confes¨® sentirse "cada d¨ªa menos pol¨ªtico".
"Me gusta ser alcalde", ha dicho Tierno Galv¨¢n. "Por eso, si el partido socialista me permite que encabece la lista para las pr¨®ximas elecciones, me presentar¨¦". A Tierno no le asusta la idea de repetir sus maratonianas campa?as electorales. "S¨ª, s¨ª, s¨ª, har¨¦ la campa?a que haga falta". El alcalde de Madrid opina que no hay raz¨®n para no concurrir a las elecciones despu¨¦s de la operaci¨®n de extirpaci¨®n parcial de colon que sufri¨® el pasado mes de febrero, "siempre y cuando goce de la misma buena salud que tengo ahora".Tierno -que coment¨® con su venenosa iron¨ªa que "parece que me quieren jubilar", a ra¨ªz de la concesi¨®n de las medallas de oro de la Comunidad de Madrid y de la ciudad de Lisboa- sali¨® al paso de los rumores sobre candidatos socialistas a la alcald¨ªa de Madrid y afirm¨® que tales afirmaciones "no tienen ninguna consistencia. Estoy seguro que si se les preguntara uno a uno dir¨ªan lo mismo: que son invenciones period¨ªsticas, rumores sin ninguna consistencia".
Pregunta: Su discurso actual es comparar al Estado con el poder y a las ciudades con la paz.
?Es que desconf¨ªa de los pol¨ªticos siendo como es un pol¨ªtico?
Respuesta: El Estado significa poder; la ciudad es sobre todo administraci¨®n. Tengo cierto miedo al Estado porque se puede embarcar en guerras terribles y, en ese sentido, tengo miedo al ejercicio del poder. Me parece que es un monstruo que devora y que va devor¨¢ndose a s¨ª mismo. El poder s¨®lo entiende sus propias razones y las razones del poder no son las mismas que las de la ¨¦tica. En cambio las ciudades entienden del poder desde categor¨ªas m¨¢s amplias, como la est¨¦tica, el urbanismo, la convivencia, la paz. Desde las ciudades podemos ejercer una tutela moral, una labor pedag¨®gica respecto al ciudadano. Por eso est¨¢ creciendo el miedo y el recelo al Estado. Por eso cada vez los actos del Estado son cada vez m¨¢s actos pura y simplemente del poder y eso hace que los ciudadanos se unan m¨¢s para tratar de sus propios problemas. Yo cada d¨ªa me siento menos pol¨ªtico.
P.: Pero para presentarse a unas elecciones hay que hacer pol¨ªtica...
R.: S¨ª, s¨ª. S¨ª el partido socialista acepta que yo encabece de nuevo su lista municipal en Madrid har¨¦ campa?a porque me gusta ser alcalde. S¨¦ que tendr¨¦ competidores, que discutiremos, espero que con elegancia, pero ser¨¢ el pueblo el que opine.
P.: Un pueblo que para usted son fundamentalmente los j¨®venes.
R.: Yo comprendo a los j¨®venes. El joven actual es muy claro, muy sincero, se ha olvidado, en parte, de la vertiente negativa de la historia porque no la conoce y vive el presente con una intensidad enorme. Yo creo que antes eran m¨¢s rebeldes porque tomaban en serio las instituciones pero ahora pasan, palabra con un significado profundo. Aunque en gran parte tambi¨¦n pasan de los pol¨ªticos y esto no es bueno.
P.: Me da la impresi¨®n de que la juventud le identifica a usted con las fiestas.
R: Hay algo de eso, hay algo de eso. Madrid era una ciudad muerta, mortecina, un signo ortogr¨¢fico, sin raigambre. Muchas lentes se iban a tener los hijos a Avila o Segovia, pero desde hace unos a?os ha empezado a renacer la conciencia de la ciudad.
P.: ?C¨®mo ve Madrid de aqu¨ª a 20 a?os?
R.: Si seguimos as¨ª, con nosotros o con quien venga, la veo como una ciudad relativamente reducida, con un n¨²mero de habitantes no m¨¢s all¨¢ de los tres millones y medio, una ciudad con menos car¨¢cter administrativo, con una industria racional y con una proyecci¨®n arquitect¨®nica tambi¨¦n racional que no har¨¢n un Madrid obsesivo.
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