Un intelectual alejado del poder

Rafael G¨®mez Arcos acaba de ser nombrado Caballero de las Letras y de las Artes de la Rep¨²blica Francesa, una de las condecoraciones m¨¢s prestigiosas, que anteriormente le fue concedida a Pablo Picasso, Jos¨¦ Bergam¨ªn o Rafael Alberti. Sobre esta distinci¨®n, el novelista dice que se siente halagado. "Que la Francia oficial repare en m¨ª para una de las condecoraciones m¨¢s codiciadas me satisface, sobre todo cuando soy de un pa¨ªs en el que se me ignora y se me cierran las puertas sistem¨¢ticamente".Sin embargo, esa satisfacci¨®n no supone ninguna aproximaci¨®n al poder por parte del escritor. "Creo que los intelectuales deben conservar su esp¨ªritu de independencia. De ninguna manera acepto que el intelectual se comprometa con el poder m¨¢s all¨¢ del voto. Yo no puedo rendir pleites¨ªa intelectual a nadie".

G¨®mez Arcos considera que en Espa?a, tras la llegada de los socialistas al Gobierno, se ha producido un acercamiento entre la clase intelectual y la pol¨ªtica totalmente peligroso. "En Francia es impensable que un creador ocupe un puesto p¨²blico o que asesore de las m¨²ltiples maneras que esto se puede hacer a un pol¨ªtico, como est¨¢ ocurriendo en Espa?a. Puede que all¨ª se exagere y que sean incluso demasiado cr¨ªticos, pero no hay un solo intelectual de izquierdas que comprometa su pensamiento con el poder".

Cree G¨®mez Arcos que la posici¨®n del creador debe ser siempre marginal. ?Pero c¨®mo vive ¨¦l esa marginalidad? "Cuando a m¨ª no me estrenaban aqu¨ª mis obras, yo pude actuar de varias maneras, pero para m¨ª mi libertad creadora es lo m¨¢s importante. Me fui y fregu¨¦ con mis manos todos los platos del mundo. Hay muchos que prefieren salidas m¨¢s c¨®modas. Mi marginalidad est¨¢ en vivir para el trabajo".