Organizaciones empresariales y neocorporativismo en Espana
Las organizaciones empresariales, de reciente implantaci¨®n en Espa?a, necesitan -seg¨²n los autores de este art¨ªculo- definir sus objetivos y el l¨ªmite de sus competencias. Desde unos sistemas organizativos todav¨ªa en fase de desarrollo, la actividad de este tipo de asociaciones no se agota en la defensa de los intereses de los empresarios en lo que se refiere al marco de relaciones laborales, sino que abarca tambi¨¦n los intereses puramente econ¨®micos y t¨¦cnicos.
Uno de los actores sociales menos estudiados por las ciencias sociales es la asociaci¨®n empresarial (hablar de organizaci¨®n patronal es inexacto, en tanto que las asociaciones y federaciones que defienden los intereses de la business class no s¨®lo se ocupan de sus intereses como patr¨®n, es decir, en las relaciones laborales, sino tambi¨¦n de sus intereses econ¨®micos y t¨¦cnicos). En el n¨²mero 22 de la revista Papeles de Econom¨ªa Espa?ola se encuentran varios trabajos sobre este tema, empezando a romper as¨ª el silencio de la sociolog¨ªa en Espa?a. Un equipo de la fundaci¨®n Fondo para la Investigaci¨®n Econ¨®mica y Social analiz¨® las organizaciones empresariales en los sectores de qu¨ªmica, farmacia, construcci¨®n, textil y metal, colaborando en un proyecto internacional sobre la organizaci¨®n de intereses empresariales en sociedades capitalistas liberal-democr¨¢ticas en Europa occidental y Am¨¦rica del Norte.No s¨®lo el tema en s¨ª, sin embargo, hace interesante ese conjunto de art¨ªculos: tambi¨¦n es de destacar que la nueva informaci¨®n haya sido obtenida y elaborada desde un esquema conceptual relativamente nuevo, el conocido como neocorporativismo. Frente al tradicional modelo pluralista de representaci¨®n de intereses, caracterizado por la existencia de un indeterminado n¨²mero de m¨²ltiples unidades constituyentes, voluntarias, competitivas, aut¨®nomas, no ordenadas jer¨¢rquicamente, no sujetas a reconocimiento formal expreso ni menos a protecci¨®n por parte del Estado, el sistema asociativo al que viene referido el modelo neocorporatista implica la transici¨®n por parte de las asociaciones empresariales a organizaciones capaces de redefinir los intereses de sus afiliados, disciplinar a la base y ganar una posici¨®n de intermediaci¨®n entre afiliados por una parte y terceros (se?aladamente, Estado y sindicatos), por otra.
Nuevo asociacionismo
Asimismo, en el modelo neocorporatista, las organizaciones empresariales consiguen el reconocimiento oficial por parte del Estado y con ello la participaci¨®n en la preparaci¨®n, adopci¨®n y efectiva implementaci¨®n de decisiones pol¨ªticas. Con respecto al actual edificio organizativo empresarial espa?ol, cabe resaltar el hecho de que es un sistema asociativo muy joven: hace s¨®lo ocho a?os que se liquid¨® la vieja estructura corporatista de la Organizaci¨®n Sindical, que tambi¨¦n englobaba a los empresarios.
Una de las conclusiones que se pueden extraer del conjunto de trabajos sectoriales es justamente que bastante tempranamente en la ¨¦poca franquista se asiste a actividades por parte de grupos de empresarios por poner en pie organizaciones sectoriales operativas al margen de las agrupaciones y sindicatos verticales de la OS. Para ello se recurri¨® a un abanico de f¨®rmulas; desde la constituci¨®n bajo la denominaci¨®n de servicios t¨¦cnicos y comerciales, todav¨ªa vinculados a la OS, hasta los pactos entre caballeros, pasando por su constituci¨®n como sociedades an¨®nimas y la concertaci¨®n en el seno de las c¨¢maras de comercio.
Esta proliferaci¨®n de estructuras no impidi¨®, sin embargo, el uso pragm¨¢tico del marco corporativo autoritario, uso que favoreci¨® la posterior construcci¨®n de algunas de las columnas del asociacionismo empresarial despu¨¦s de 1977. El trabajo asociativo realizado tanto dentro como fuera de la OS antes de 1977 explica la continuidad en ¨¢mbitos cubiertos, vinculaciones entre unidades, staff y protagonistas en ¨®rganos representativos que se encontr¨® en los diferentes sectores.
Empresas y Administraci¨®n
Actualmente, el contacto de las organizaciones empresariales con la Administraci¨®n es una actividad altamente valorada por aqu¨¦llas, creciendo la intensidad de tales contactos en funci¨®n del grado y tipo de intervencionismo estatal en el sector (regulaci¨®n de precios, reconversi¨®n industrial, etc¨¦tera). Nota dominante en todos los sectores investigados es que las relaciones de las asociaciones sectoriales con la Administraci¨®n son fluidas y numerosas. La Administraci¨®n necesita de la informaci¨®n y el consenso de las empresas para elaborar y hacer cumplir las disposiciones que de continuo emanan de la misma, aunque en unos sectores las organizaciones est¨¢n m¨¢s satisfechos del contenido de las disposiciones administrativas resultantes que en otros.
Si en el campo de las relaciones con la Administraci¨®n no se puede hablar, con todo, de un muy alto grado de neocorporatismo, respecto a las relaciones de las asociaciones empresariales con sus bases cabe afirmar con m¨¢s contundencia que la realidad se corresponde mejor con el modelo pluralista que con el neocorporatista. Las relaciones entre organizaciones-c¨²pula, asociaciones sectoriales y empresas est¨¢n presididas de hecho por la casi completa ausencia de imperatividad. No hay grados notables de control jer¨¢rquico sobre los afiliados ni mediaci¨®n imperativa en eventuales conflictos entre ¨¦stos; predomina la limitaci¨®n a la defensa de intereses comunes. Las organizaciones c¨²pula no cuentan con excesivos medios financieros y de staff, y en muchos casos no hay monopolizaci¨®n de la representaci¨®n de intereses por una sola organizaci¨®n. En algunos casos se presentan dificultades de agregaci¨®n de intereses en todo un sector que cubre renglones de actividades muy diversas y de peso econ¨®mico desigual.
Concluyamos afirmando que en Espa?a la tendencia hacia un modelo de neocorporatismo fuerte no parece destacarse hoy, aunque no hay que desconocer la existencia de vectores con esa direcci¨®n y sentido, como demuestran diversas partes de los trabajos sectoriales que, por lo dem¨¢s, aspiran m¨¢s a abrir y potenciar el debate cient¨ªfico que a establecer conclusiones definitivas.
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