Un buen intendente
Alto, elegante y deportista, con un cierto aire paternal que le presta su cabello totalmente blanco, el presidente de Argelia, Chadli Benyedid, es, a sus 56 a?os de edad, el jefe incuestionable de un dif¨ªcil pa¨ªs hasta ahora de muchos jefes. A la muerte de Huari Bumedian, el 28 de diciembre de 1978, el congreso del FLN, reunido en enero de 1979, le design¨® candidato -¨²nico, naturalmente- a la sucesi¨®n de la dif¨ªcil Rep¨²blica "tan s¨®lo", seg¨²n afirmaban peyorativamente los despachos de agencias de la ¨¦poca, "porque era el oficial m¨¢s antiguo en el puesto de mayor graduaci¨®n del Ej¨¦rcito".Bien es verdad que el nombre de Benyedid, nacido en 1929 en Sebaa, cerca de Annaba -la antigua y rica B?ne de la colonia francesa-, no hab¨ªa aparecido casi nunca en los diarios y no hab¨ªa figurado en las espectaculares misiones que a veces confiaba Bumedian a sus m¨¢s pr¨®ximos colaboradores. A los ojos del congreso de 1979, profundamente dividido entre integristas de Salah Yahiaui y los liberales o derechistas -seg¨²n los puros y duros del FLN- seguidores de Abdelazis Buteflika, Benyedid parec¨ªa el candidato ideal que cada tendencia proyectaba manejar.
Pero detr¨¢s de las historias desdibujadas no siempre est¨¢ un sargento de intendencia que sube a fuerza de conocer los meandros de la Administraci¨®n militar. Cuando llega la independencia, en 1962, Benyedid es un comandante an¨®nimo que, no obstante, logra que le nombren jefe de la regi¨®n militar de Constantina.
En 1964, inmediatamente despu¨¦s de la guerra argelino-marroqu¨ª de fronteras, es nombrado comandante de la segunda regi¨®n militar, Or¨¢n, la m¨¢s importante por ser fronteriza con Marruecos. Cuando el FLN le design¨® candidato a la sucesi¨®n de Bumedian, en 1979, Benyedid no s¨®lo era el "oficial m¨¢s antiguo", sino tambi¨¦n el "oficial con m¨¢s mando", pues ten¨ªa bajo sus ¨®rdenes a los dos tercios del Ej¨¦rcito argelino, concentrados entonces en la segunda regi¨®n militar de Or¨¢n.
Aquel hombre sin relieve p¨²blico que conserva a¨²n su nula afici¨®n por los periodistas, uno de los 12 miembros del Consejo de la Revoluci¨®n desde 1965, era uno de los contados hombres a quien Huari Bumedian nunca olvidaba consultar sus decisiones m¨¢s importantes.
Antes de unirse a la revoluci¨®n, siendo hijo de una familia modesta, recibi¨® una educaci¨®n primaria tradicional en la escuela cor¨¢nica de Sebaa y luego en Annaba. Cuando se une a la insurrecci¨®n, a los 26 a?os, llevaba ya dos a?os trabajando como empleado de una empresa de tabaco.
Sus colaboradores m¨¢s pr¨®ximos dicen de ¨¦l que se levanta temprano como un soldado, trabaja duro como un campesino y se acuesta tarde como un arist¨®crata. Le apasionan la pesca submarina y las buenas vacaciones, que pasa con frecuencia, discretamente, en la espa?ola Costa del Sol.
Un 'vendedor' de ilusiones
Si Bumedian exig¨ªa, como buen quijote, cada vez mayor austeridad y sacrificio y estaba m¨¢s preocupado por la gloria que por la intendencia, Benyedid es, por el contrario, un buen intendente que int¨¦nta vender ilusi¨®n a los argelinos, apoyado en paulatinas mejoras de unas condiciones de la vida cotidiana que bajo Bumedian cayeron a niveles baj¨ªsimos.En menos de dos a?os logr¨® apartar a todos aquellos que se consideraban herederos de Bumedian, amnisti¨® al coronel Tahar Zbiri, que hab¨ªa sido acusado de levantamiento contra Bumedian, liber¨® al ex presidente Ahmed Ben Bella, pero sobre todo puso en tela de juicio los postulados econ¨®micos de la era de Bumedian, que llen¨® de f¨¢bricas el pa¨ªs, pero olvid¨® sembrar el trigo y las patatas.
La reforma de la Carta Nacional de 1976, especie de constituci¨®n del socialismo argelino, que Benyedid ha prometido este a?o, tiende a facilitar la introducci¨®n de mecanismos de mercado en la econom¨ªa argelina y otorgarle pasaporte a la iniciativa privada. Los l¨ªmites de esa revisi¨®n los ha fijado hace dos semanas en un art¨ªculo aparecido en Revolution Africaine, ¨®rgano del FLN, Abderrazak Bujara, secretario de relaciones exteriores del partido.
No est¨¢ en tela de juicio, seg¨²n Bujara, el sistema de partido ¨²nico argelino; no se trata de que el Ej¨¦rcito vuelva a los cuarteles, como reclaman algunos sectores, ni de que la iniciativa privada sustituya a la p¨²blica, sino que se enmarque en la planificaci¨®n general del Estado. S¨ª se trata, y ello es fundamental en Argelia, de un relevo generacional. La Argelia de Benyedid dista a¨²n mucho de ser el para¨ªso consumista que la riqueza del pa¨ªs podr¨ªa permitirle, pero ya no es la Cuba africana, aunque se come a¨²n dos tercios de sus ingresos por ventas de hidrocarburos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.