El fin de las crispaciones

La visita que efect¨²a a Espa?a el presidente de Argelia, Chadli Benyedid, despu¨¦s de solucionado el contencioso hispanoargelino sobre el gas, constituye el primer ¨¦xito concreto de la pol¨ªtica global de Espa?a con el Magreb, inaugurada por el Gobierno socialista. Eliminadas las crispaciones que suscit¨® en el pasado el deseo de Espa?a de distanciarse de las peticiones irreconciliables de los pa¨ªses magreb¨ªes enfrentados por el conflicto del S¨¢hara, las buenas relaciones previsibles con Argelia despu¨¦s de esta visita, junto con la actual buena cooperaci¨®n con Marruecos, confirman lo acertado de esa opci¨®n global. ,Benyedid se ha convertido desde ayer en el primer jefe de Estado del Magreb que visita oficialmente Espa?a. El rey Hassanll estuvo varias veces en Madrid, pero nunca en viaje oficial. El primero, que responder¨¢ a la visita efectuada a Marruecos por los reyes Juan Carlos y Sofia en junio de 1979, ha sido varias veces pospuesto, y la ¨²ltima fecha prevista, septiembre pr¨®ximo, tampoco parece que vaya a ser respetada.

La suspensi¨®n de las maniobras a¨¦reas hispano-marroquies, inoportunamente programadas seg¨²n Exteriores, para preceder en unos d¨ªas a la llegada de Benyedid, y las declaraciones a EL PAIS (30 de junio de 1985) de Benyedid afirmando que "Espa?a a¨²n tiene responsabilidades en el S¨¢hara" recuerdan hasta qu¨¦ punto este conflicto puede seguir incidiendo negativamente sobre las relaciones hispanomagreb¨ªes. Espa?a, sin embargo, se remite desde hace tiempo a las resoluciones de la ONU y de la Organizacion para la Unidad Africana (OUA), bajo cuya responsabilidad est¨¢ la soluci¨®n del conflicto, y ello parec¨ªa que lo hab¨ªa aceptado Argelia.

Los marroqu¨ªes siguen empe?ados en que su pol¨ªtica de construcci¨®n de sucesivos muros de contenci¨®n en el S¨¢hara crea una situaci¨®n militar favorable para ellos, y en que la edificaci¨®n del actual quinto muro en construcci¨®n originar¨¢ una situaci¨®n militarmente irreversible, incluso si se rompe la uni¨®n libio-marroqu¨ª y Libia reanuda su ayuda al Polisario.

Argelia, sin conflictos

Argelia insiste, como ha repetido Benyedid en la entrevista citada, en que "no est¨¢ implicada en ning¨²n conflicto", aunque es indiscutible la prestaci¨®n de su territorio al Polisario, la presencia de una brigada completa del Ej¨¦rcito polisario en la frontera de Argelia con el S¨¢hara nororiental y la utilizaci¨®n de toda la log¨ªstica del Ej¨¦rcito argelino por el Polisario.

Marruecos argumenta que est¨¢ por un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n que s¨®lo concibe como confirmativo y organizado a su manera, mientras que los argelinos, como han dicho al primer ministro franc¨¦s, Laurent Fabius, est¨¢n convencidos de que el refer¨¦ndum se ve superado por el reconocimiento de la Rep¨²blica ?rabe Saharaui Democr¨¢tica (RASD) por unos 60 pa¨ªses.

Divididos por el conflicto del S¨¢hara, los pa¨ªses del Magreb no han podido lograr la unidad a la que afirman aspirar desde antes de sus independencias. Los costes del conflicto inciden gravemente sobre la econom¨ªa marroqu¨ª, aunque Argelia los soporta mejor debido a su mayor riqueza y, en el presente, a una mejor administraci¨®n de ¨¦sta que la marroqu¨ª.

Sin embargo, el Magreb no tiene futuro mientras unos pa¨ªses aspiren a doblegar a los otros por la econom¨ªa. El pueblo saharaui puede tal vez expresar libremente sus aspiraciones en un marco de cooperaci¨®n regional, pero nada parece que pueda sustituir la necesidad de que se autodetermine.