La gesti¨®n del primer Gobierno socialista, marcada por el ingreso en la CEE y el paro
Hace algo m¨¢s de dos a?os y medio, el primer Gobierno socialista desde el restablecimiento de la democracia iniciaba sus tareas bajo el signo del cambio, que hab¨ªa presidido su campa?a electoral. Favorecido por su mayor¨ªa absoluta en el Parlamento, el partido socialista ha desarrollado una intensa labor legislativa que, a veces, ha chocado con fuertes oposiciones desde la derecha y desde la izquierda. Sin embargo, en dos temas parece haber unanimidad: en el ¨¦xito que supone la entrada de Espa?a en la Comunidad Econ¨®mica Europea y en la sombra que proyecta sobre toda la pol¨ªtica socialista el imparable aumento del desempleo.
En esencia, se trataba de modernizar el pa¨ªs, modernizaci¨®n de la Ense?anza, de la Econom¨ªa, de las Fuerzas Armadas, de la Administraci¨®n, de la Justicia. En cualquier caso, la labor del Gobierno, aunque de forma desigual, ha cubierto un amplio espectro de actividades. En lo militar, destacan los intentos modernizadores del Ej¨¦rcito, que incluyen planes de compra de armamento y reordenaci¨®n, la renovaci¨®n del sistema operativo de los ej¨¦rcitos a trav¨¦s de la Ley de Defensa Nacional 31 del Plan Estr¨¢tegico Conjunto y la reestructuraci¨®n del personal militar. Como dato positivo hay que se?alar la pr¨¢ctica desaparici¨®n de rumores de intentos golpistas y de ruidos de sables.Por el contrario, el prometido refer¨¦ndum sobre la permanencia en la OTAN se ha convertido en una fuente de incertidumbre. Ignorado por la oposici¨®n de derechas, que lo considera como un problema interno del PSOE con sus electores, y reclamado insistentemente desde la izquierda, su celebraci¨®n se ha visto pospuesta, sin que se haya adelantado m¨¢s fecha indicativa que la promesa de Felipe Gonz¨¢lez de que se celebrar¨¢ antes de finalizar la legislatura.
La reforma de la Administraci¨®n, pendiente desde anteriores Gobiernos, se inici¨® con la ley de Medidas Urgentes para la Reforma de la Funci¨®n P¨²blica y con las leyes de incompatibilidades. Por otra parte, el proceso auton¨®mico iniciado con la LOAPA (ley org¨¢nica Armonizadora del Proceso Auton¨®mico), que tras la sentencia del Tribunal Constitucional se convirti¨® en LPA, ha sido pr¨¢cticamente cerrado con la finalizaci¨®n del proceso de transferencias a la mayor parte de la comunidades aut¨®nomas.
En materia de orden p¨²blico, destacan la promulgaci¨®n de la ley de bandas armadas, las ofertas de reinserci¨®n social a etarras, los intentos de negociaci¨®n con ETA y los acuerdos de lucha antiterrorista con Francia. Sin embargo, esta pol¨ªtica no ha impedido el reciente recrudecimiento de la actividad terrorista. Por otra parte, se han sucedido los enfrentamientos entre diversos colectivos de las Fuerzas de Seguridad y el Ministerio del Interior, sobre todo por el retraso en el cumplimento de las promesas de desmilitarizaci¨®n de la Polic¨ªa Nacional.
Relaciones exteriores
En pol¨ªtica exterior, destaca el final de las largas negociaciones para el ingreso de Espa?a en la CEE y la consiguiente firma del tratado de adhesi¨®n el pasado 12 de junio. Igualmente positivas han sido las conversaciones con el Re? no Unido sobre Gibraltar que llevaron a la apertura de la verja el mes de febrero de este a?o y al compromiso de ambos Gobiernos en la Declaraci¨®n de Bruselas de iniciar conversaciones pol¨ªticas y de cooperaci¨®n.Tambi¨¦n hay que destacar el restablecimiento de relaciones diplom¨¢ticas con Guatemala, rotas como consecuencia del asalto policial a la embajada espa?ola en enero de 1980, la mejora de las relaciones con Francia, con sus re percusiones en la lucha contra ETA, y el acuerdo hispano-portugu¨¦s de cara a la integraci¨®n de ambos pa¨ªses en las Comunidades Europeas. No se ha llegado, sin embargo, al establecimiento de relaciones diplom¨¢ticas con Israel al que el Gobierno socialista ha hecho continuas referencias.
En cuanto a la pol¨ªtica econ¨®mica, una serie de medidas de reconversi¨®n industrial, como el cierre de la cabecera de Altos Hornos del Mediterr¨¢neo en Sagunto y la reestructuraci¨®n de diversos sectores productivos en crisis, especialmente el naval, encontraron una fuerte oposici¨®n, de los trabajadores y las regiones afectados. Aunque de distinto signo, igualmente pol¨¦mica fue la expropiaci¨®n por decreto-ley del grupo Rumasa, compuesto por 18 bancos y varios centenares de empresas, decidida en Consejo de Ministros de 23 de febrero de 1983.
La concertaci¨®n social establecida por medio del Acuerdo Econ¨®mico Social sufri¨® un serio retroceso por la negativa a firmarlo de Comisiones Obreras y, sobre todo, por los enfrentamientos entre el Gobierno y el sindicato UGT como consecuencia de la reforma de la Seguridad Social. El 20 de junio pasado, la oposici¨®n a la pol¨ªtica socialista alcanzaba su m¨¢xima conflictividad con la huelga general convocada por CC OO y otros sindicatos regionales para protestar por la reforma de las pensiones.
Incremento del paro
En cualquier caso, la parte m¨¢s negativa de la pol¨ªtica socialista ha sido el crecimiento del desempleo por encima del registrado en el resto de Europa, hasta situarse cerca de los tres millones de parados, en abierto contraste con la promesa electoral de creaci¨®n de 800.000 puestos de trabajo.La ley de despenalizaci¨®n del aborto -pendiente de publicaci¨®n- y la Ley Org¨¢nica del Derecho a la Educaci¨®n (LODE) concitaron la hostilidad declarada de la oposici¨®n de derechas.
Finalmente, dos esc¨¢ndalos financieros saltaron bajo su gesti¨®n, uno relacionado directamente con la financiaci¨®n del PSOE, el conocido como caso Flick, y otro que provoc¨® la dimisi¨®n de varios directores generales relacionados con una importante evasi¨®n de capitales, cuyo principal implicado, Francisco Palaz¨®n, se encontraba en situaci¨®n de excedencia del cuerpo diplom¨¢tico.
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