Paz Estenssoro, la presidencia o el exilio

La historia de V¨ªctor Paz Estenssoro, de 77 a?os, se resume en su rivalidad con Hern¨¢n Siles Zuazo y su soberbia en el trato con los militares. En estos momentos cuando se juega la presidencia de Bolivia -a la que tendr¨ªa acceso por cuarta vez-, posiblemente recuerde Paz aquel 1971, en el que fue el primer pol¨ªtico en reconocer y colaborar con la dictadura instaurada por su actual contendiente, el general Hugo B¨¢nzer. Poco despu¨¦s, sin embargo, fue trasladado directamente desde la casa del ministro del Interior Alfredo Arce, donde hab¨ªa acudido a cenar, a su exilio en Buenos Aires.En ese caso, el viejo Paz Estenssoro hab¨ªa deso¨ªdo los consejos de sus amigos m¨¢s cercanos y hab¨ªa menospreciado, y no por primera vez, a los militares. Le hab¨ªa ocurrido tambi¨¦n en 1964, cuando, derrocado de la presidencia por el general Ren¨¦ Barrientos, segu¨ªa manteniendo desde su exilio en Lima que el mando castrense, encabezado por el general Alfredo Ovando, le era fiel. Lejos de eso, el propio Ovando, que hab¨ªa colaborado con Barrientos, golpe¨® en 1969 a Luis Adolfo Siles Salinas y se qued¨® con la presidencia, sin acordarse, por supuesto, de Paz.

Los que le conocen bien lo definen como austero y taca?o. Nacido en Tarija, es alto, blanco y de procedencia aristocr¨¢tica. Pr¨¢cticamente, todos sus movimientos pol¨ªticos se explican en funci¨®n de sus diferencias viscerales con Siles Zuazo, al que s¨®lo se parece por su ambici¨®n desmedida y su aversi¨®n al alcohol. La rivalidad de los dos personajes se inicia en el momento en que Siles, despu¨¦s de haber encabezado en las calles la revoluci¨®n nacional de 1952, tuvo que entregar el pa¨ªs a Paz, fundador del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), que hab¨ªa vivido aquel momento hist¨®rico en su dorado exilio -una vez m¨¢s- de Buenos Aires.

Paz Estenssoro ejerci¨® la presidencia entre 1952 y 1956, entre 1960 y 1964 y entre agosto y noviembre de ese ¨²ltimo a?o. Su evoluci¨®n en ese tiempo ha sido claramente derechista y hoy ofrece un Gobierno de centro-derecha respetuoso de los pocos logros de la revoluci¨®n de 1952 que sobreviven 35 a?os despu¨¦s. Ha pasado la mayor parte del per¨ªodo del Gobierno de Siles Zuazo en Washington, a la espera de su ¨²ltima oportunidad, a la que no es f¨¢cil que renuncie por la simple obstinaci¨®n de los votos.