Reformar o cerrar

Los propietarios de la discoteca Baby Q tendr¨¢n que presentar en un plazo de cinco d¨ªas, en la junta municipal del distrito de Moncloa, soluciones viables para acabar con el ruido, que impide dormir a los vecinos de la calle de Osa Mayor, situada en la localidad de Aravaca, y solucionar el problema del aparcamiento en la zona que rodea al establecimiento. "En caso contrario", asegur¨® el presidente de la junta, el comunista Jos¨¦ Garc¨ªa Ogalla, "tendremos que precintar el local".

La intervenci¨®n de la junta se ha hecho a instancias de los vecinos, que han denunciado reiteradas veces que el local est¨¢ abierto hasta las cinco de la madrugada y los coches de los clientes obstruyen el cruce del giro a Aravaca y ocupan calzadas y aceras. La indignaci¨®n de los vecinos lleg¨® al l¨ªmite, seg¨²n Ogalla, el pasado domingo, cuando 43 personas presentaron denuncias por ruido.

Jos¨¦ Ram¨®n Gonz¨¢lez, uno de los propietarios del Baby Q, espera llegar a un acuerdo antes de la clausura. "Las soluciones que estamos negociando pasan por la construcci¨®n de aparcamiento, pero para ello tendremos que comprar terrenos por la zona y la instalaci¨®n de pantallas de aislamiento en las zonas abiertas de la discoteca que impidan la salida del ruido".

En Madrid existen m¨¢s de 400 locales considerados como pubs o discotecas. El Ayuntamiento, que ha endurecido severamente las medidas de vigilancia tras la tragedia de Alcal¨¢ 20, realiza inspecciones peri¨®dicas en los establecimientos p¨²blicos con capacidad para m¨¢s de 400 personas, especialmente en verano y Navidades.

Jes¨²s Espelos¨ªn, concejal encargado del ¨¢rea de Urbanismo e Infraestructuras B¨¢sicas, manifest¨® que a lo largo del a?o se han cerrado 60 locales, que se reabrieron tras corregir las deficiencias.