James Baldwin: "Mi nombre es la firma de un contrato de compraventa de esclavos"
El escritor norteamericano particip¨® en un curso de la UIMP en La Coru?a
"Mi nombre es, en realidad, la firma de un contrato de compraventa de esclavos. Yo no exist¨ª hasta que me descubrieron y me bautizaron los ingleses", afirma James Baldwin, el autor m¨¢s representativo hoy en d¨ªa de la literatura creada por los negros norteamericanos. Baldwin particip¨® el pasado viernes en los cursos de verano de la universidad internacional Men¨¦ndez Pelayo (UIMP) que se desarrollan en La Coru?a y en todas sus intervenciones se explic¨® a s¨ª mismo a trav¨¦s de su pertenencia a una comunidad y a una cultura que se niega una y otra vez a calificar de minoritaria.
James Baldwin, un viajero de 61 a?os que lleg¨® desde Niza ligero de equipaje debido a un error en el transbordo en Barajas y tuvo que afrontar la fina lluvia que ca¨ªa sobre la bah¨ªa coru?esa en mangas de camisa, no tiene suerte con las terminales de transportes. En el s¨®tano de una estaci¨®n de autobuses norteamericana unos blancos le dieron una paliza casi mortal. "Tuve que olvidarla, porque no pod¨ªa caer en el odio a todos los blancos, y gracias a eso pude ser un ser humano, no alguien condicionado por impulsos no humanos".Esta actitud pacifista, que los m¨¢s agresivos de sus compatriotas rosados suelen calificar despectivamente como de t¨ªo Tom ha sido para Baldwin un aprendizaje que le hace dedicar los libros con la palabra paz y al que no es ajeno la literatura: "Escribir ha tenido un efecto positivo para m¨ª como persona; la literatura me ayud¨® a no odiar a nadie".
Tambi¨¦n le ayud¨® Nueva York: "La convivencia de razas y cultos que se daba all¨ª me imped¨ªa comprender el conflicto entre blancos y negros, el porqu¨¦ del odio de los blancos a los negros
Esta incapacidad m¨ªa de odiar me ha ocasionado muchos disgustos en la vida, pero tambi¨¦n me ha salvado".
Discurso ¨¦tico
"El papel, la pluma, la escritura, se convierten en la clave de todo", reconoce. "A partir de empezar a escribir comenc¨¦ a crecer; no ve¨ªa a la gente por su color. Descubr¨ª que hab¨ªa sido ofendido por los blancos, pero yo ten¨ªa que ser m¨¢s inteligente que ellos y sobrevivir".
El discurso ¨¦tico de un escritor hecho p¨²blico en un entorno en que la tendencia ascendente es la contraria y un discurso que no se reduce a la propia visi¨®n personal: "El mundo nos ha definido a los negros como inferiores, y si ustedes lo creen el mundo habr¨¢ conseguido su objetivo: ustedes ser¨¢n unos patriotas, unos militantes de las categor¨ªas impuestas".
Baldwin, pues, no odia y no cree tan dif¨ªcil "llegar a conocer lo que nos une. El problema no es racial, es moral", y no afecta s¨®lo a Am¨¦rica: "A Europa le est¨¢ siendo muy dif¨ªcil soportar la presi¨®n de la gente de color, a la que ya no puede deportar a las colonias porque ya muchos han nacido en Europa".
Quiz¨¢ este compromiso ¨¦tico ha hecho que un James Baldwin que en su obra Nadie sabe mi nombre atribu¨ªa su primera huida a Francia a que "quer¨ªa impedirme a m¨ª mismo convertirme meramente en un negro, o incluso meramente en un escritor negro", confiesa ahora, con el puerto coru?¨¦s como fondo, que no le molesta ser referenciado m¨¢s como representante de la literatura negra que por s¨ª mismo. El libro que est¨¢ preparando ahora es la historia de tres personas negras que luchan por los derechos civiles.
Sin embargo, para Baldwin no hay dos tipos de literatura, blanca y negra, "hay dos tipos de experiencias; si eres blanco tu experiencia es blanca, tus escritos son blancos. Faulkner describe a la gente negra como ¨¦l la ve; por ejemplo, nunca describe un grupo de personas negras. El negro debe aceptar un mundo dado, pero negarse a ser definido por los otros; la historia del mundo blanco no es la verdadera historia".
"La lengua del norteamericano es peculiar, distinta, pero el negro debe crearse tambi¨¦n su propia lengua, que no es otra que el habla del tiempo de la esclavitud". Esa creaci¨®n ling¨¹¨ªstica, forzada, afecta tambi¨¦n a lo cotidiano: "?C¨®mo decirle a un hijo que no puede ir a esa piscina, en ese autob¨²s ... ?".
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