El fiscal trat¨® de demostrar que hubo desobediencia a las ¨®rdenes recibidas

El ministerio fiscal trat¨® de demostrar durante el consejo de guerra que hubo un delito de desobediencia militar por parte de los dos oficiales procesados, pues contravinieron ¨®rdenes de sus superiores sobre los planteamientos generales previstos en el ejercicio t¨¢ctico a realizar. En concreto, se refiri¨® a la orden de no molestar o alarmar a los individuos o poblaciones donde se desarrollasen los ejercicios ni realizar disparos con fogueo a menos de 20 metros de distancia. Seg¨²n el fiscal, algunos vecinos de Abena se asustaron y otros manifestaron que "lo hecho estaba muy mal" y que se trataba de "una broma muy pesada". El ministerio fiscal se?al¨®: "Aunque fueron balas de fogueo, la descarga tuvo que alarmarles".Generoso Ara declar¨® que su hermana se tap¨® la cara durante los fusilamientos y que ¨¦l mismo, aunque al principio no sinti¨® miedo, s¨ª lo tuvo despu¨¦s al reflexionar sobre que pudo haberse tratado de balas de verdad. Jos¨¦ Galindo -durante la vista se puso de manifiesto que actu¨® como un simple vecino y nunca como alcalde- reconoci¨® en sus declaraciones que estaba al tanto de que se trataba de un simulacro; no obstante, le dijo al teniente: "Esto es una broma muy pesada". El teniente I?iguez le contest¨® que no se preocupara, que no pasaba nada, y le ofreci¨® un cigarrillo, que Galindo rechaz¨®, pues no fuma.

Las declaraciones de los testigos citados por la defensa y el ministerio fiscal no coincidieron sobre la hora en que ocurrieron los hechos y el n¨²mero exacto de soldados que integraban el pelot¨®n. Las discrepancias se repiten a la hora de precisar la distancia entre el pelot¨®n y los dos fusilados, que va desde ocho metros -la real, ya que fue medida posteriormente durante las diligencias- hasta 15 o 20 metros, seg¨²n declar¨® alguno de los soldados.

Vecinos 'agradecidos'

Los dos abogados defensores trataron de demostrar que no se produjeron momentos de alarma ni inquietud entre los vecinos ni se interrumpi¨® el normal desarrollo de la vida en Abena; por tanto, no hubo delito de desobediencia por parte de los dos procesados. La defensa hizo especial hincapi¨¦ en que no consta en el sumario denuncia alguna por parte de los vecinos de Abena, que ni siquiera comentaron nada sobre lo ocurrido al sargento de la Guardia Civil de Jaca cuando al d¨ªa siguiente pas¨® por la localidad en uno de sus habituales recorridos. Los abogados defensores presentaron algunos testimonios de agradecimiento hacia las COE por su participaci¨®n durante las inundaciones de Bilbao y por parte del alcalde de Valladolid, al haber rescatado a un grupo de ni?os que qued¨® bloqueado por la nieve.

El capit¨¢n Alem¨¢n, al final de la vista, en pie y visiblemente emocionado, dijo: "Siento en lo profundo de mi alma la repercusi¨®n negativa que estos incidentes han tenido hacia el Ej¨¦rcito y hacia nuestras unidades". A?adi¨®: "Nuestros chavales, como los llamamos cari?osamente, se entregan profundamente. El soldado lo da todo a cambio de llevar con orgullo sobre su cabeza la boina verde".