La restauraci¨®n de los harenes

La intelligentsia femenina egipcia clam¨® al un¨ªsono contra la abrogaci¨®n del decreto-ley 44, conocido por la ley Jihan, nombre de la mujer de Sadat, su instigadora, que conced¨ªa autom¨¢ticamente el divorcio a la mujer que se estimase perjudicada por un segundo matrimonio de su marido y liberalizaba las viejas leyes cor¨¢nicas.

Si bien se trataba de una resoluci¨®n que nunca hab¨ªa sido considerada como la panacea de los males que padece la mujer egipcia, ten¨ªa al menos el m¨¦rito de reformar las leyes de los a?os veinte, a las que el vac¨ªo jur¨ªdico creado obligaba ahora a referirse.

En opini¨®n del soci¨®logo Zaki Naguid Mahmud, la reintroducci¨®n de esta legislaci¨®n caduca reabr¨ªa "el camino hacia la restauraci¨®n de los siniestros harems".

"La decisi¨®n de la corte nos coloca de nuevo en la Edad Media", escrib¨ªa la columnista cairota Amina, recordando que aquellas leyes arcaicas basadas ¨²nicamente en la sharia otorgaban al hombre el derecho a tener cuatro esposas leg¨ªtimas, que no deb¨ªan ni siquiera ser puestas al corriente de su mutua existencia, que pod¨ªan ser repudiadas sin justificaci¨®n alguna y que, en caso de divorcio, apenas percib¨ªan una pensi¨®n.

Asustadas por el cambio legal, las mujeres egipcias se retrayeron inmediatamente y las peticiones de separaci¨®n ante la justicia disminuyeron bruscamente.