La Liga
El se?or Rom¨¢ Cuy¨¢s dialoga con el representante de los futbolistas, el se?or Iriarte, y anuncia malos tiempos para el f¨²tbol si los clubes no abonan las primas y sueldos atrasados. En cuanto se acaba la Liga, y tras de la devaluaci¨®n de la Copa del Rey, el pa¨ªs entero cae en un per¨ªodo de lentos biorritmos ¨¦picos y se espera la llegada de agosto con sus torneos veraniegos, golondrinas errantes, y a veces cargadas de garrapatas, que anuncian el renacer de la Liga. No es que la Liga apasione a las masas tanto como en los tiempos anteriores al seiscientos, pero es un paisaje tragic¨®mico de fondo, sobre el que se suavizan los rasgos de las tragedias sociales. No es lo mismo un diario con asesinato de ETA en portada si llevaba un BarcelonaReal Madrid en sus entra?as, que ese mismo diario sin otra oferta deportiva que la duda, sobre si Abascal y Gonz¨¢lez van a coincid¨ªr en los pr¨®ximos campeonatos de Espa?a. Con todos mis respetos para las v¨ªctimas de ETA y, por extensi¨®n, para Abascal y Gonz¨¢lez, no es lo mismo.El pa¨ªs ha podido sobrevivir a pesar de que la pasi¨®n futbol¨ªstica de las masas ha bajado despu¨¦s de un a?o azaroso, en el que ni siquiera sab¨ªas si iba a ser posible puntuar las semanas con el 1, la X o el 2. Pero todo descenso en el inter¨¦s por la vida normalizada tiene un l¨ªmite y mucho me temo que si hay m¨¢s conflictos futbol¨ªsticos el Gobierno deber¨¢ recurrir a un plan especial imaginativo para que las masas no se desesperen y canalicen sus apetitos y sus adrenalinas por las babias m¨¢s cotidianas. No ha estado mal lo del Azor, o lo de la se?ora marquesa y el economista. Pero son temas que a¨²n pueden durar 15, 20, 30 d¨ªas, y si luego no llega la Liga con sus gritos, susurros y patadas, habr¨¢ que inventar nuevos se?uelos para esa inmensa capacidad de bobaliconer¨ªa provinciana que se acent¨²a en el ser humano a medida que se precisan los l¨ªmites de nuestra aldea gal¨¢ctica. No s¨¦. Pero si no hay Liga, que nadie se excite si Fel¨ªpe Gonz¨¢lez es sorprendido batiendo el r¨¦cordmundial de pesca de at¨²n sin escafandra o si el bailar¨ªn Antonio pide la mano de Nancy en el caso, no deseable, de impecable viudedad.
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