El Gran Esp¨ªritu, trivializado
No consigue la nueva serie El guerrero m¨ªstico, con sus vicios de telefilme, reconstruir con un m¨ªnimo de acierto el mundo m¨¢gico y ceremonial, sometido estrictamente a los ritmos y potencias de la naturaleza, de los indios de las llanuras norteamericanos. Los cap¨ªtulos televisivos trivializan, pese a su enfatizaci¨®n de lo misterioso, la vida plenamente ecol¨®gica y espiritual de ese grupo matho de los siux teton que Ruth Beebe Hill, a partir de las pictogr¨¢ficas Cuentas de invierno lakotas (1750-1835), narr¨® en su extenso y controvertido ¨¦xito editorial Hanta Yo.Wakan Tanka, el gran misterio, el gran esp¨ªritu, as¨ª denominaban esos primeros habitantes de los enormes espacios abiertos, poblados de b¨²falos, al desconocido principio que, seg¨²n cre¨ªan, ordenaba el mundo. Rituales minuciosos de exacta simbolog¨ªa, aplicados a las m¨¢s cotidianas actividades, serv¨ªan para recordar al hombre su puesto en el conjunto del cosmos, y renovar cada d¨ªa la armon¨ªa del ser humano con todo lo vivo. Gentes fascinantes, capaces de espantosa crueldad y de conmovedora ternura, los hombres rojos pose¨ªan, pese a todas sus limitaciones, algo que el individuo occidental busca hoy desesperadamente: un puesto cierto en el universo y una v¨ªa abierta hacia su propio interior, hacia el mundo de los sue?os.
Toro Sentado, vidente y guerrero, ofrend¨® 100 trozos de su carne a las Potencias en el curso de una espectacular danza del sol. Ese sacrificio y sus oraciones lo convirtieron a los ojos de su tribu, pese a no participar en la batalla, en el art¨ªfice de la victoria sobre Custer. Roman Nose, cheyenne, muri¨® por no respetar un tab¨²: la utilizaci¨®n de un tenedor en la preparaci¨®n de su comida rompi¨® su medicina, su poder personal, y cay¨® bajo las balas de los soldados. Caballo Loco ten¨ªa un escudo sagrado. Le bastaba con izarlo en el curso de un encuentro guerrero para que los contrarios huyeran despavoridos.
No son las t¨¦cnicas de efectos especiales, en la l¨ªnea Spielberg (como en las escenas de las visiones), ni las graves voces en off, la m¨²sica estridente subrayando los pasajes m¨¢s espectaculares o las concesiones al p¨²blico en forma de maniqueismos f¨¢ciles y conflictos dom¨¦sticos, los procedimientos m¨¢s adecuados para mostrar con rigurosidad esas ya de por s¨ª fascinantes vida y creencias de los Pieles Rojas.
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