Trapos al aire
La coincidencia de dos cursos como el de Dise?o y moda con el de El arte visto por los artistas durante la misma semana en el recinto del palacio de la Magdalena, en Santander, forz¨® a una convivencia dif¨ªcil entre ambos. El parentesco entre las disciplinas y la naturaleza de los asistentes a ambos cursos, que compart¨ªan sus horas indistintamente en uno y otro, no parec¨ªan dar cuenta de ninguna desavenencia.Las buenas costumbres de los invitados a ambos seminarios no se habr¨ªan visto en situaci¨®n comprometida si el director del curso de Dise?o y moda, Adolfo Dom¨ªnguez, no hubiera puesto en duda el valor de la creatividad por s¨ª misma.
Los dise?adores deber¨ªan, seg¨²n ¨¦l, dejar toda opci¨®n veleidosa y unir sus fuerzas a la industria y al mercado. "Deber¨ªan de analizarse y definir mejor los modos de producci¨®n que clasificar cuatro tendencias que no son lo que representa la cultura de nuestros d¨ªas. Propongo una idea materialista de la cultura", afirm¨®.
Dom¨ªnguez, con la autosuficiencia que le caracteriza, expuso con ¨¦nfasis sus tesis funcionalistas, que chocaron, sin mala intenci¨®n, aclar¨® despu¨¦s ¨¦l, contra algunas de las ideas de los pintores, en una reuni¨®n concertada para un programa de radio. Para Dom¨ªnguez, la idea rom¨¢ntica del artista pertenece al pasado. La modernidad exige una mayor atenci¨®n al dise?o unido a la industria y lejos de disquisiciones intelectuales in¨²tiles.
Breves insultos profesionales entre ¨¦l y Eduardo Arroyo terminaron con una disputa te¨®rica que en otro tono podr¨ªa haber sido provechosa. Los seminarios continuaron y los alumnos siguieron yendo de un lado al otro, pero las trincheras del arte y el dise?o quedaron abiertas y separadas durante los d¨ªas que restaron.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.