Una voz irremplazable

Los periodistas de la BBC no son conscientes de su suerte. ( ... ) Es uno de los pocos pa¨ªses del mundo donde la supresi¨®n, por petici¨®n del Gobierno, de una emisi¨®n programada desencadena la huelga no s¨®lo en la cadena en la que esto sucede, sino tambi¨¦n en una gran parte de otros ¨®rganos de informaci¨®n audiovisual. ( ... )No es la primera vez que los profesionales de la informaci¨®n brit¨¢nica se enfrentan a lo que otros tienen como una raz¨®n de Estado, ya se trate de cuestiones de defensa nacional (por ejemplo durante la guerra de las Malvinas) o el problema siempre candente de Irlanda del Norte. Pero las presiones gubernamentales esta vez se han ejercido de manera particularmente flagrante y el Consejo de Administraci¨®n se ha portado de una manera que los periodistas juzgan verdaderamente servil. (...)

Por primera vez desde su fundaci¨®n, en 1932, las c¨¦lebres campanadas del Big Ben no han introducido m¨¢s que una secuencia musical en lugar del bolet¨ªn de informaci¨®n de los servicios exteriores de la BBC. Pero no es con alegr¨ªa con lo que los periodistas de Bush House, su cuartel general, han dejado su trabajo, pues el efecto m¨¢s marcado de esta huelga ha sido el silencio de los servicios exteriores, que en 37 lenguas son escuchados casi por 100 millones de oyentes de cinco continentes, y entre ellos muchos que no pueden satisfacerse de una informaci¨®n oficial muy frecuentemente concebida como un instrumento de propaganda. Desde hace algunos d¨ªas Radio Mosc¨², las estaciones polacas, iran¨ªes o libanesas, entre otras, han clamado que "la tan -pretendida independencia de la BBC no es sino un enga?o".

La cuesti¨®n irlandesa est¨¢ pr¨¢cticamente ausente de los comentarios a los que este conflicto ha dado lugar en Londres. ( ... )

Lo esencial, no es eso. Lo esencial es el da?o causado a una cadena de televisi¨®n que aparec¨ªa como un modelo en los pa¨ªses libres y que sigue siendo, para los otros, una voz irreemplazable.

, 8 de agosto