Un muchacho mata a su padre a pu?aladas en el barrio de Tetu¨¢n
Juan Manuel Almeida Garrido, de 15 a?os de edad, mat¨® a su padre durante la madrugada de ayer en el domicilio familiar, una vieja y rudimentaria vivienda de una planta, en el barrio de Tetu¨¢n, de Madrid. El muchacho asest¨® 30 pu?aladas a su progenitor, Manuel Almeida Luengo, de 40 a?os de edad, natural de Sevilla y alba?il de profesi¨®n, sin trabajo fijo, que maltrataba frecuentemente a su familia, seg¨²n manifest¨® Pilar Garrido L¨®pez, madrile?a, de 39 a?os de edad, esposa de la v¨ªctima y madre del joven parricida.
Emilio, de 13 a?os de edad, se fue a pescar el viernes por la noche con una pe?a de su barrio. Su hermano mayor, Juan Manuel, de 15 a?os, y el peque?o, Carlos, de seis a?os, se quedaron acostados en su casa, en la calle Curtidos, n¨²mero 16, esquina a la de Albendiego, en una tupida red de viejas casas bajas a la izquierda de Bravo Murillo, en el barrio madrile?o de Tetu¨¢n. Emilio se enter¨® al regresar por la ma?ana, horas despu¨¦s, de que el cotidiano drama familiar que se viv¨ªa en su casa hab¨ªa terminado en tragedia: su padre, muerto, y su hermano mayor, en un centro del Tribunal de Protecci¨®n de Menores.Manuel Almeida y su esposa llegaron hacia la una y media de la madrugada a su casa. Hab¨ªan cenado en un bar pr¨®ximo. Manuel estaba borracho y se enfureci¨® porque Juan Manuel ten¨ªa la casete en marcha. Arranc¨® el enchufe de la pared y los cables y le peg¨® al muchacho. Pilar Garrido trat¨® de proteger al chico y calmar al hombre, y ¨¦ste la empuj¨® contra un mueble de la estrecha habitaci¨®n. Carlos, el hijo peque?o, abri¨® los ojos y dijo: "No le pegues a mam¨¢". Almeida le replic¨® con una bofetada y le orden¨®: "T¨², a dormir".
La ri?a familiar alert¨® a la hermana de Pilar y a su esposo, que viven en la casa contigua. Juan Manuel cogi¨® a su hermano peque?o y se lo entreg¨® a su t¨ªo por el patio interior que une ambas viviendas.
Manuel Almeida se fue hacia la cocina y la emprendi¨® a golpes, como otras veces, con los muebles. Su esposa se acost¨®. El ruido de la furia del marido se fue apagando y lo sustituy¨® el de sus ronquidos. Como era habitual en Almeida cuando, a veces, se emborracha, se qued¨® dormido tumbado en el suelo de la cocina.
Pilar Garrido escuch¨® nuevos ruidos despu¨¦s. No sabe precisar cu¨¢nto tiempo hab¨ªa, transcurrido. Ser¨ªan ya las tres y media. Se levant¨®. En la cocina vio ante ella a su hijo Juan Manuel cubriendo el cuerpo ensangrentado de su padre con una s¨¢bana. "No mires, mam¨¢", dijo el ni?o.
El muchacho hab¨ªa limpiado ya parte de la sangre que se extendi¨® por el cuarto y el machete de monte con el que acababa de matar a su padre. Madre e hijo salieron a la calle. Fueron hacia la comisar¨ªa, pero antes de llegar vieron un coche patrulla.
"Fue a los tres meses de casados, hace 16 a?os, la primera vez que me peg¨®", dice Pilar al recordar la terrible escena vivida horas antes. "Mi marido era un hombre de mucho genio, de prontos muy violentos. Ten¨ªa celos de los hijos porque me defend¨ªan y arremet¨ªa contra ellos. Hace dos a?os me quiso matar con el mismo machete con el que ahora lo ha matado a ¨¦l mi ni?o. Tuve que saltar por una ventana. Mi hijo Juan Manuel presenci¨® la escena".
Pilar Garrido hab¨ªa denunciado a la polic¨ªa los malos tratos de su esposo en varias ocasiones. En uno de los violentos ataques de Manuel Almeida fue avisado un m¨¦dico. "El m¨¦dico mand¨® venir una ambulancia", dice Pilar, "pero los sanitarios, al ver a mi marido, dijeron que era cosa de los loqueros".
Tal ambiente de violencia afec-taba especialmente al hijo mayor, seg¨²n explica su madre. "Juan Manuel lo estaba pasando muy mal. Repite s¨¦ptimo de EGB. Me dec¨ªa que yo me estaba quedando en los huesos. Y ahora, ¨¦l tiene que sufrir haber matado a su padre", se lamenta Pilar. "Ya me lo advirti¨® mi suegra, que no me casara con ¨¦l, y ella ha terminado por no hablarse con su propio hijo, pero a m¨ª me daba l¨¢stima y tantas veces como me he marchado de casa otras tantas ha ido a buscarme llorando para que volviera con ¨¦l. ?Por qu¨¦ no me ir¨ªa con mis hijos de su lado?".
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