La visita de Fern¨¢ndez Ord¨®?ez a Marruecos, considerada de gran trascendencia para las relaciones bilaterales

El ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, se propone dar un repaso a las relaciones bilaterales entre Espa?a y Marruecos, as¨ª como de las multilaterales, en esta primera visita oficial que efect¨²a al vecino pa¨ªs, seg¨²n manifest¨® ayer en el aeropuerto de Rabat-Sale, a su llegada. Adem¨¢s de los temas de cooperaci¨®n bilateral, preocupan en Marruecos la actitud de Espa?a sobre el futuro del S¨¢hara y los efectos de la incorporaci¨®n de nuestro pa¨ªs a la CEE.

Fern¨¢ndez Ord¨®?ez fue recibido por su hom¨®logo marroqu¨ª, Abdelatif Filali, a¨²n visiblemente cansado por el ajetreo de la cumbre ¨¢rabe extraordinaria de Casablanca, y el director de Europa del Ministerio del Exterior marroqu¨ª, Omar Belkora, as¨ª como los embajadores de Espa?a y Marruecos, Raimundo Bassols y Abdelhafid Kadiri.Los marroqu¨ªes, que han tomado nota con satisfacci¨®n de que ¨¦sta es la primera visita de cooperaci¨®n bilateral que efect¨²a al extranjero el nuevo inquilino del palacio de Santa Cruz, entienden, por encima de ese gesto amistoso, que se trata de una visita de gran importancia, dada la trascendencia de los temas que ellos se proponen abordar.

La primera preocupaci¨®n marroqu¨ª parece ser la futura actitud de Espa?a hacia el contexto del S¨¢hara, un tema de gran sensibilidad en Marruecos, dada la consagraci¨®n de la admisi¨®n de la Rep¨²blica ?rabe Saharahui Democr¨¢tica (RASD) en la Organizaci¨®n para la Unidad Africana (OUA), al obtener una vicepresidencia en la cumbre de Addis Abbeba de julio pasado. La ofensiva que lleva a cabo Argelia para lograr la obtenci¨®n de la sede de la pr¨®xima cumbre de pa¨ªses no alineados, que convertir¨ªa a Chadly Benyedid en presidente de ese importante grupo de naciones, hace temer a Marruecos que la RASD pueda entonces obtener estatuto de observador.

Am¨¦rica Latina

Los marroqu¨ªes, que afirman que Argelia incluye el tema de la RASD en toda negociaci¨®n bilateral internacional, recuerdan con cierta intranquilidad la reciente visita de Benyedid a Madrid, por las contrapartidas que Argelia puede -seg¨²n ellos- haber obtenido de Espa?a al solucionar el contencioso del gas. Los marroqu¨ªes son conscientes de que tanto ellos como los argelinos parecen haber solicitado los buenos oficios de Espa?a hacia Am¨¦rica Latina y que Espa?a se los ha ofrecido a ambos. El precedente del vote, espa?ol a favor de la resoluci¨®n argelina sobre el S¨¢hara en la pasada asamblea de la ONU es considerado con inquietud.La visita en junio pasado a Marruecos del secretario general de la ONU, Javier P¨¦rez de Cu¨¦llar, que introduce una nueva din¨¢mica de la ONU en el conflicto del S¨¢hara, en la cual Espa?a puede tener alguna influencia, interesa tambi¨¦n a los marroqu¨ªes.

A este aspecto pol¨ªtico se suman los problemas bilaterales econ¨®micos relacionados con el ingreso de Espa?a en la CEE. En cuanto a la pesca, los marroqu¨ªes han expresado ya su deseo de negociar directamente con Espa?a modificaciones en el acuerdo entre los dos pa¨ªses antes de que en 1986 la CEE asuma la negociaci¨®n pesquera. El acuerdo pesquero de 1983 establece que ambas partes puedan llegar, si as¨ª lo solicitaren, a un reajuste del convenio cuando se produzca el ingreso de Espa?a, Rabat cree que los intercambios comerciales no est¨¢n a la altura de las actuales relaciones bilaterales, como tampoco los compromisos financieros asumidos por Espa?a en Marruecos, debido en gran medida -seg¨²n ellos- a la lentitud del proceso decisorio espa?ol. El caso de la financiaci¨®n del ferrocarril Taourirt-Beni Auzar (30.000 millones de pesetas), que Fern¨¢ndez Ord¨®?ez parece traer entre sus cartas, es para Rabat un ejemplo de c¨®mo Espa?a tarda un a?o en decidir lo que los franceses determinan en un mes.