Una defensa cambiante y sin definir
La defensa de los intereses de Ruiz-Mateos ha corrido sucesivamente a cargo de tres bufetes. En el momento ¨¢lgido de la expropiaci¨®n, los asesores legales del empresario eran los abogados Alejandro Rebollo y Fernando Castedo. El ex presidente del holding ha acusado con posterioridad a ambos de haberle conducido a la encerrona que supuso la rueda de prensa del 22 de febrero de 1983, un aut¨¦ntico desaf¨ªo al Gobierno socialista que precipit¨® la decisi¨®n expropiatoria.El abogado Mat¨ªas Cort¨¦s ocup¨® un amplio interregno en la defensa de Ruiz-Mateos tras la salida de Rebollo y Castedo. Suyo fue el dictamen jur¨ªdico que m¨¢s tarde servir¨ªa de base para la presentaci¨®n del recurso de inconstitucionalidad. Pero tambi¨¦n Cort¨¦s ser¨ªa repudiado y acusado de traidor por el ex propietario de Rumasa. Tras Mat¨ªas Cort¨¦s, le lleg¨® el turno a Crisp¨ªn de Vicente, que desde hac¨ªa a?os hab¨ªa venido llevando distintos casos al holding de la abeja. Las relaciones entre ambos entraron en crisis a finales de noviembre de 1984 y explotaron el 2 de junio pasado, alegando como motivo el impago de sus honorarios. Esta causa, adem¨¢s, ha imposibilitado que Crisp¨ªn de Vicente d¨¦ la venia al nuevo equipo que elija el ex presidente de Rumasa y que, en principio, podr¨ªa estar encabezado por Miguel Bajo.
Mientras se solucionan los problemas con la venia, han seguido defendiendo a Ruiz-Mateos tanto el propio de Vicente, como los letrados Gonzalo Rodr¨ªguez-Mourullo, Horacio Oliva y Francisco Javier S¨¢enz, que conservan la venia en el aspecto penal. Crisp¨ªn de Vicente la conserva en la impugnaci¨®n de la legalidad de la expropiac¨ª¨®n.
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