El enemigo
Los graves problemas de identidad que caracterizan a la derecha y a la izquierda en este fin de milenio derivan de un problema fundamental: la delimitaci¨®n del enemigo. En la perpetua situaci¨®n de empate hist¨®rico en la que vivimos, el enemigo es una hip¨®tesis entregada a los ordenadores que calculan la mutual deterrance (disuasi¨®n mutua). Cuando necesitamos exteriorizar la agresividad cr¨ªtica cultural recurimos a un enemigo hist¨®rico y a un lenguaje historificado que lo define y lo combate. Por eso seguirnos hablando de imperialismo capitalista, o de peligro comunista, o de burgues¨ªa, o de clase obrera. Pero la gran din¨¢mica de estas relaciones antag¨®nicas est¨¢ atada y bien atada dentro de lo que cabe y pasar¨¢n a?os hasta que se conformen nuevas identidades que escapen a tan absoluto control.Los so?adores de la revoluci¨®n hace a?os que avisan sobre la lenta conformaci¨®n de una conciencia cr¨ªtica que escapar¨¢, en su d¨ªa, a los sistemas de empate y control hoy vigentes. Ecologismo, nueva sexualidad, cr¨ªtica radical de la cultura del trabajo, jerarqu¨ªa de valores anticompetitivos...; ese lento SIDA moral que en su d¨ªa plantear¨¢ otro jaque al sistema establecido es a¨²n hoy un espect¨¢culo marginal.
Llegar¨¢ un d¨ªa en que la polic¨ªa torturar¨¢ a los pacifistas para saber qui¨¦n forma parte de su Ppilitbur¨® y que los ej¨¦rcitos del mundo se reconvertir¨¢n para hacer frente al avance de una conciencia desmilitarizadora general. De momento es ya evidente que el futuro enemigo del sistema preocupa a los estados mayores de la Historia Congelada y ah¨ª est¨¢ la voladura de Greenpeace, a cargo de unos servicios secretos naturalmente incontrolados.
La cultura cr¨ªtica ecol¨®gica puede acabar en unos universales juegos florales sobre las focas y las coles o en un movimiento radicalmente cuestionador de la organizaci¨®n social que hace posible la autodestrucci¨®n del mundo. La voladura de Greenpeace ser¨¢ en el futuro un hito en la Historia de la Represi¨®n posmoderna, un ejemplo de delito de Estado al servicio de la supervivencia del sistema mundial. Esa voladura no ha sido una tonter¨ªa irresponsable, sino el 1905 que siempre anticipa todos los 1917 que en el mundo han sido.
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