El esc¨¢ndalo del tr¨¢fico de drogas en Per¨² provoca la destituci¨®n de 37 generales de la polic¨ªa

Treinta y siete generales, 21 de ellos de la Guardia Civil y el resto de la Polic¨ªa de Investigaciones del Per¨² (PIP), fueron destituidos el lunes por el Gobierno peruano, en el marco de la campa?a de moralizaci¨®n desencadenada por el presidente, Alan Garc¨ªa. Aunque no han sido revelados los nombres de los cesantes, todo indica que la medida est¨¢ relacionada con el grave esc¨¢ndalo del tr¨¢fico de drogas en Per¨².

El lunes por la noche, tras un Consejo de Ministros que dur¨® casi seis horas, se anunci¨® el comienzo del proceso de reorganizaci¨®n de las fuerzas policiales de Per¨². El ministro del Interior, Abel Salinas, dijo que se hab¨ªa dispuesto la destituci¨®n de 21 generales de la Guardia Civil y de 16 generales de la Polic¨ªa de Investigaciones del Per¨² (PIP). Horas antes, Luis Perc¨®vich Roca, quien fuera, sucesivamente, ministro de Pesquer¨ªa, del Interior, de Relaciones Exteriores y primer ministro del Gobierno de Fernando Bela¨²nde, hab¨ªa prestado una larga declaraci¨®n ante el 25? Juzgado de Instrucci¨®n, en relaci¨®n con el m¨¢s importante caso de tr¨¢fico de drogas del pa¨ªs, el mismo en el cual se encuentran comprometidos miembros de la polic¨ªa y su ex asesor personal, Luis L¨®pez Vergara. El juez de este proceso dispuso tambi¨¦n la detenci¨®n de 19 personas.Aunque no se dieron nombres, todo indica que entre los altos oficiales alejados figuran muchos miembros de la vasta red narco-social, tejida por Reinaldo Rodr¨ªguez L¨®pez. Recientemente, los lime?os se enteraron, asombrados, de c¨®mo este patr¨®n del tr¨¢fico de drogas contaba entre sus amigos a varios ex jefes superiores de la PIP y a generales en activo.

La declaraci¨®n de Perc¨®vich ante el juez Hugo Pr¨ªncipe provoc¨® tumultos y manifestaciones ante la sede de los tribunales. Dur¨® m¨¢s de tres horas, y, a la salida, el ex primer ministro debi¨® abrirse paso, a empujones, hasta su veh¨ªculo.

M¨¢s tarde, Perc¨®vich se present¨® ante los periodistas en un programa de televisi¨®n, donde proclam¨® su total ignorancia sobre las actividades il¨ªcitas de sus antiguos subordinados de la polic¨ªa. Declar¨®, adem¨¢s, que el operativo C¨®ndor, mediante el cual se capturaron importantes instalaciones de los traficantes de drogas en la selva peruana, hab¨ªa sido preparado por el Gobierno anterior, el suyo. Tambi¨¦n dijo que su ex asesor, L¨®pez Vergara, cumpl¨ªa funciones de poca importancia, "casi de car¨¢cter dom¨¦stico". Sin embargo, est¨¢ demostrado que dicho asesor ten¨ªa el poder necesario para obtener documentaci¨®n estrat¨¦gica que le permit¨ªa, por ejemplo, circular por todas las zonas restringidas del aeropuerto internacional, y con lo cual ayud¨® al propio Rodr¨ªguez L¨®pez y a miembros de su banda.

Perplejidad es hoy la nota dominante en Acci¨®n Popular, el anterior partido del Gobierno. En el programa de televisi¨®n, Perc¨®vich dijo que el ex presidente Fernando Bela¨²nde hab¨ªa ido a su casa para brindarle apoyo y que tambi¨¦n ha recibido la solidaridad de su derrotado candidato presidencial, Javier Alva. Sin embargo, el ex presidente Bela¨²nde no ha hecho ning¨²n tipo de declaraci¨®n, y todo indica que su primera preocupaci¨®n fue presionar para que Perc¨®vich regresase desde Miami para que se enfrentara a sus acusadores, por entender que est¨¢ en juego su propio prestigio.

En toda esta historia, que parece un cl¨¢sico del cine pol¨ªtico-policial, no han faltado las amenazas, naturalmente an¨®nimas. El juez Pr¨ªncipe reconoci¨®, la noche del lunes, que ya las ha recibido, y que el objetivo de ellas es que no profundice en la investigaci¨®n. Guillermo Thorndike, director del diario La Rep¨²blica, denunci¨®, por su parte, que personal de seguridad del peri¨®dico hab¨ªa desbaratado un plan para asesinarlo, elaborado presuntamente por polic¨ªas vinculados al tr¨¢fico de drogas.

Curiosamente, ante los aspectos m¨¢s escandalosos del caso, nadie ha reparado, hasta el momento, en el mal ejemplo de pol¨ªtica econ¨®mica brindado por el ex primer ministro Perc¨®vich. En efecto, sus explicaciones p¨²blicas tienden a demostrar la transparencia de sus actividades comerciales privadas y la forma perfectamente legal en que ha procedido para comprar, en 200.000 d¨®lares (22.600.000 pesetas), un apartamento en Miami.