La provocaci¨®n como instrumento del dinero
Las bolsas parecen haber optado por la provocaci¨®n como mejor medio para hacer salir al dinero de sus actuales refugios, sean ¨¦stos los que fueren. Al menos esto dedujo gran parte de los asistentes a la apertura de la ¨²ltima semana de vacaciones, en la que las cotizaciones de algunos valores el¨¦ctricos se situaron inmediatamente muy por debajo del precio de salida. La reacci¨®n tampoco se hizo esperar, y la inercia de los corros hizo el resto hasta completar una recuperaci¨®n que en algunos casos lleg¨® hasta los dos enteros y medio.No faltaron los que afirmaban que las propias instituciones hab¨ªan tenido que salir en defensa de sus intereses, ante la aparente fuerza de esta primera andanada vendedora, pero lo cierto es que al final fue mucho mayor el ruido que las nueces, ya que los vol¨²menes contratados no reflejaron esta espectacular reacci¨®n.
Lo m¨¢s curioso es que, en un primer momento, se ten¨ªa la sensaci¨®n de que la indecisi¨®n que ha venido dominando los mercados ¨²ltimamente hab¨ªa terminado por sembrar la discordia entre los inversores y los hab¨ªa lanzado en direcciones opuestas, pero el desarrollo del resto de los sectores, incluyendo algunos valores el¨¦ctricos, convenci¨® a los todav¨ªa escasos asistentes de que lo sucedido en los corros el¨¦ctricos era algo tan irreal como un espejismo. Los mercados de valores siguieron con su tranquilo paseo veraniego, relegando lo sucedido al apartado de las an¨¦cdotas.
Tambi¨¦n el mercado de pagar¨¦s del Tesoro sufri¨® la escasez de dinero, tal vez porque los tipos de inter¨¦s contin¨²an mostrando una clara orientaci¨®n descendente. S¨®lo 95 millones y medio de pesetas se contrataron en el mercado madrile?o, y todos ellos a vencimiento, oscilando, los rendimientos anuales entre un 9,33 1 % y un 13,371%. Al tiempo, los pagar¨¦s de empresa continuaron manteniendo su presencia simb¨®lica en el mercado, registrando una contrataci¨®n m¨ªnima.
Todas estas an¨¦cdotas no vienen sino a confirmar el grado de inactividad en que est¨¢n inmersos los mercados, y que tiene su fundamento en el recuerdo del futuro inmediato, esto es en la ruptura de la concertaci¨®n social, cuyas consecuencias empezar¨¢n a conocerse en breve, y en la intenci¨®n de la Administraci¨®n de forzar a la baja los, tipos de inter¨¦s, con lo que las instituciones financieras pueden salir perjudicadas. Adem¨¢s est¨¢ el ¨ªndice de precios al consumo, otra evoluci¨®n durante el mes de julio a¨²n no se conoce, y que debe confirmar o desmentir los favorables resultados del mes anterior. Las cosas est¨¢n, pues, m¨¢s o menos como se dejaron hace 27 d¨ªas, por lo que las expectativas contin¨²an siendo nulas o, como ha venido sucediendo durante todas estas sesiones, se vac¨ªan de contenido tan pronto como nacen ante cualquier intervenci¨®n de la inversi¨®n a corto plazo, cuyas idas y venidas suelen acabar, irremediablemente, en el punto de partida.
Tal vez, el haber conseguido que todo se mantenga sin alteraciones a lo largo de un mes, aunque se trate de agosto, sea el mayor m¨¦rito de los mercados de renta variable, y esto es algo que los que ahora van a regresar de sus vacaciones anuales quiz¨¢ no sepan agradecer lo suficiente.
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